¿Por qué las sociedades desarrollan –si lo hacen– diferentes maneras de abordar los problemas?
Las Olimpiadas de Río fueron una excelente oportunidad para ver que la vida se manifiesta inacabable en los deportes.
La ciudad de los canales, las bicicletas, Anna Frank y las flores.
El voto favorable a la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) es el inicio del fin del sueño paneuropeo.
El referendo del 23 de junio sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea (conocido como brexit) ha sido un proceso que pone en evidencia las tensiones y conflictos que amenazan el proyecto de integración más ambicioso del Viejo Continente y de la posmodernidad.
¿Es una buena idea que quienes detentan el poder puedan perpetuarse en él? Para contestar esa pregunta hace bien recordar a la excelente literatura latinoamericana que le ha regalado al mundo crónicas de nuestros dictadores.
La tarea de reconstrucción necesita de consensos que permitan financiarla, implementarla rápidamente y sostenerla en el tiempo.
Chile está acostumbrado a convivir con los terremotos.
La Europa de nuestros días es un continente marcado por las crisis. O, más bien, por no haber estado preparada para convivir con ellas.
En el parpadear de la década posterior a su muerte, todos aman a Roberto Bolaño: su obra es una síntesis extraordinaria entre poesía y prosa, entre ciudad y derrota, entre Latinoamérica y el mundo.
No hay nada más internacional, democrático ni participativo que hablar de fútbol.
Estaba en Sao Paulo, en el verano de 1998, cuando escuché el apellido Saramago por primera vez.
Puntos del PIB más o menos, América Latina va a experimentar una desaceleración importante en 2015, que con mucha seguridad continuará (y en algunos países se acentuará) en 2016.
En más de una década, por una mezcla entre un periodo sostenido de buenos, muy buenos o excelentes términos de intercambio, sumados a políticas públicas focalizadas y/o de ampliación de la base de los beneficios sociales, América Latina experimentó un crecimiento sin precedentes de su clase media en el periodo del boom de los precios de los commodities. Esta transformación se contrapone a la idea que históricamente se había instalado en el imaginario regional, de que la clase media estaba en proceso de desaparición y que el debate sobre el poder era uno entre ricos y pobres o sobre cómo los pobres pueden acceder al poder a través de una mediación política más arraigada en lo popular (populismo), o con una visión paternalista frente a la pobreza.
Europa ha sido marcada por una crisis migratoria que está desbordando su capacidad de respuesta. En el transcurso de 2015 se calcula en cientos de miles el flujo migratorio de los desplazados de los conflictos que asuelan Siria, Irak, los países del África Subsahariana y del cuerno africano, que se suman a las víctimas del vacío de poder de varios países árabes tras la primavera de 2011. No es un tipo de migración, sino la suma de todos los fenómenos que generan grandes desplazamientos: guerras, conflictos políticos, persecuciones étnicas o religiosas y las nunca bienvenidas crisis económicas.
Carmen Gloria Quintana fue una de las miles de víctimas de las violaciones a los derechos humanos que el Estado chileno perpetrara durante el régimen de Augusto Pinochet entre 1973 y 1990.
Es interesante lo que ocurrió con la visita papal a la región.
Parece que la diplomacia no es uno de los fuertes del papa Francisco.
Reino Unido nunca deja de sorprender.
Chile se acostumbró a tener una imagen propia de orden, trabajo y baja corrupción, como una suerte de sello distintivo de un proceso que llevó al país a encumbrarse como ícono regional.
Un mandatario viviendo en una chacra humilde, yendo al Palacio de Gobierno en su viejo “escarabajo”, compartiendo su salario, hablando desde el sentido común, la sencillez y un genuino anhelo por un mundo más justo y solidario.
Cualquiera que haya vivido en Europa, lo sabe.
“¿Qué dijo el plato sobre el tiro en el poste de Pinilla?”, preguntó el niño.
Está en sus calles llenas de recovecos y dinteles ataviados de azulejos, en la tranquilidad envolvente del Duero y el Tajo, en la melódica tristeza del fado en sus mil y una formas, en ese espíritu que impulsó a los lusos a descubrir las rutas marinas del mundo entero para soñar con volver a casa.
Razón tuvo el papa Francisco cuando dijo en setiembre, en el contexto de la conmemoración de los 100 años de la Primera Guerra Mundial, que la Tercera Guerra se está viviendo como una entrega por partes.
Lo acontecido en Escocia brinda muchos aprendizajes sobre los procesos que generarán complejas encrucijadas en el siglo XXI.