Como tentáculos invisibles que se despliegan desde las profundidades hacia cada rincón del planeta, el comercio mundial de tiburones —sus aletas y carne— se extiende con fuerza. Así lo revela un estudio publicado en Marine Policy (2025) por un equipo internacional de investigadores, que desmenuza dos décadas (2000–2021) de datos de exportaciones y pone el foco en países clave de esta vasta red: entre ellos, Ecuador.