Recordaba aquellos juegos de niños, justamente en Navidad; esperábamos con expectativas los regalos que nuestros padres y familias nos hacían. Las ansias de saber qué contenían las cajas colocadas junto al árbol nos quitaban hasta el sueño. En aquellas épocas recibir regalos era lo máximo y lo más hermoso de Navidad.

Entre la variedad de juguetes regalados: los carros controlados por un mando conectado a través de un alambre para que funcione, muñecos, motos, etcétera, elaborados a base de plástico y metal, como no tenían movilidad usábamos la imaginación para darles un pequeño toque de vida. La generación de nuevos juguetes ha evolucionado el mundo del entretenimiento para niños, sin embargo no es suficiente y cada vez los creadores de juguetes insertan algo novedoso como emitir sonidos, músicas, encender luces y mover alguna parte del cuerpo, etcétera. Para el funcionamiento de los juguetes están circuitos electrónicos capaces de producir hasta la más imaginable movilidad como caminar, bailar, arrastrarse, nadar y hasta volar; incluso grabar nuestra propia voz para que realice determinadas órdenes.

Otros de los avances son las computadoras de juguete con apariencia de portátil, reproducen música, se conectan a internet para descargar canciones, actualizan programas... El avance tecnológico de los juguetes que pasaron de ser “inertes” a darles “vida”, no dejan de ser una sensación de niños y grandes que prueban antes de comprarlos y hasta juegan con los juguetes.(O)

Roberto Camana Fiallos,

profesor, Ambato