Para los dos años que le restan a la Asamblea Nacional, las bancadas legislativas coinciden en que el nuevo titular debe tener un perfil que haga respetar y respete la democracia y la independencia de funciones, priorice leyes en favor del país para salir del ‘estancamiento’ y tenga cero compromisos con el Gobierno actual y con los anteriores.

El próximo 14 de mayo, el pleno de la Asamblea Nacional debe sesionar para elegir a las nuevas autoridades que conformarán el Consejo de Administración Legislativa (CAL) para los dos años que restan de este periodo. En esa sesión se debe elegir, de entre los 137 asambleístas, a los que ocuparán la presidencia, las dos vicepresidencias y las cuatro vocalías.

Según los artículos 121 de la Constitución y 10 de la Ley Orgánica de la Función Legislativa (LOFL), los actuales miembros del CAL podrán ser reelegidos, una opción que divide opiniones en las bancadas; no se descarta del todo, pero coinciden en que debe ser analizada a profundidad debido a los principios de alternabilidad.

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Actualmente el CAL está integrado por Virgilio Saquicela (ex Bancada del Acuerdo Nacional), presidente; Marcela Holguín (UNES), primera vicepresidenta; Darwin Pereira (Pachakutik del ala rebelde), segundo vicepresidente; Esteban Torres (PSC), primer vocal; Nathalie Arias (BAN), segunda vocal; Ronny Aleaga (UNES), tercer vocal; y Johanna Moreira (Izquierda Democrática) como cuarta vocal.

El CAL sufrió una recomposición entre mayo y julio de 2022, luego de la destitución de Guadalupe Llori de la presidencia. Saquicela, que era el primer vicepresidente, asumió su cargo. Pereira, que era primer vocal, pasó a ser segundo vicepresidente, cargo que quedó vacante tras la destitución de Yeseña Guamaní. Arias, Moreira y Aleaga se mantienen en sus cargos desde el 2021.

En la LOFL se establece que los asambleístas pueden presentar candidaturas para cada una de las dignidades y que los cuatro vocales deben ser elegidos entre los asambleístas pertenecientes a las diferentes bancadas legislativas.

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En la actual Asamblea Nacional hay cinco bancadas legislativas: la de la coalición Unión por la Esperanza (UNES), la de Pachakutik (PK), la del Partido Social Cristiano (PSC), la de la Izquierda Democrática (ID) y la del Bloque de Acuerdo Nacional (BAN).

Arias, legisladora oficialista y actual miembro del CAL, cuenta que su bancada ha mantenido reuniones preliminares internas para ir definiendo la participación de sus asambleístas en las comisiones permanentes especializadas, en las que también serán renovadas sus titulares; esto para que, una vez que conozcan el interés de cada uno en las comisiones, puedan tratar el tema de las autoridades principales.

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La reelección de los miembros del Consejo de Administración no es lo más aconsejable para Arias: dice que es importante dar paso a otros miembros de la bancada.

“Como segunda vocal del CAL, creo que es importante que se refresque, en ese sentido, la coordinación de la bancada, las presidencias de las comisiones y mi perfil en el CAL, sin que ello represente una negativa absoluta a que alguien pueda reasumir las responsabilidades que tiene en esta segunda parte del periodo”, dice.

Para Arias, el perfil que debe tener el nuevo presidente o presidenta de la Asamblea Nacional es ante todo que posea un respeto irrestricto a la democracia y a la independencia de funciones.

En más de una ocasión esto se ha visto venido a menos dentro de los perfiles que han ostentando el cargo de la presidencia, y no solo en este periodo, (sino) también en los anteriores”, comenta y añade que otro punto clave para la nueva autoridad debe ser que comprenda la responsabilidad sensible que demanda el cargo, “mucho más allá de llevar las sesiones y definir agendas”.

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A diferencia de la bancada oficialista, los legisladores de UNES no han discutido todavía el tema de la renovación de autoridades. La asambleísta Patricia Núñez comenta que esto se debe a que su prioridad es que se concrete el juicio político en contra del presidente Guillermo Lasso.

“Nuestra prioridad es el juicio político al presidente de la República. El pueblo requiere de una respuesta”, indica.

Parte de los miembros del Consejo de Administración Legislativa (CAL), presidido por Virgilio Saquicela (c), quien ocupa la máxima representación de la Asamblea Nacional desde el pasado 31 de mayo. Foto: Fernando Sandoval

De parte de la bancada de Izquierda Democrática, la legisladora Lucía Placencia menciona que aún no se definen posturas para este cambio de autoridades, pero que aspiran a poder llegar a acuerdos internos para tener representatividad en el CAL. Resalta que el partido tiene un fuerte compromiso para garantizar el legítimo derecho a participar de todos bajo los principios de alternabilidad.

Placencia comenta que, aunque la Constitución y la LOFL dan viabilidad a la relección, “es importante que cada bancada o cada postura política, en un proceso de decisión interna, definan si se busca o no la reelección de los miembros del actual CAL, y lo que concierne a las demás fuerzas políticas es calificar el apoyo conforme al desempeño y las actuaciones en esta comisión”.

Para la legisladora, todos los 137 asambleístas, por haber llegado con respaldo del voto popular, ya tienen un perfil para aspirar a la presidencia del Legislativo, aunque resalta que “quien presida debe tener una hoja de ruta clara no solo en la coyuntura política, sino en la priorización de las leyes en favor del país”.

“El estancamiento o mal manejo del derecho parlamentario es lo peor que podría pasar”, apunta.

La bancada de Pachakutik es otra que todavía no ha analizado internamente el tema de la renovación de autoridades ni tampoco si apoyarán o no la reelección de Pereira, indica el legislador Mario Ruiz.

Ruiz explica que lo que sí tienen en claro son las cualidades que debe tener el sucesor o sucesora de Saquicela: con una línea recta y sin compromisos con los anteriores Gobiernos ni con el actual.

“El nuevo presidente o presidenta debe tener la capacidad de hacer respetar la independencia de la Asamblea Nacional frente a otras funciones del Estado, especialmente del Ejecutivo, pero tampoco debe convertirse en yanapero del correísmo”, comenta.

Hace énfasis en que la elección del nuevo titular de la primera función del Estado es clave para “cumplir con las expectativas que tiene el pueblo ecuatoriano” para que legislen y fiscalicen en su beneficio y “no por el de personas o grupos políticos que ya estuvieron y siguen manejando el poder”.

Por el PSC, la asambleísta Geraldine Weber cuenta también que no se han iniciado las conversaciones para definir este tema en el interior de su bancada, pero asegura que se lo hará oportunamente.

En cuanto a la reelección de los actuales miembros del CAL, Weber dice que esta decisión le compete orgánicamente a la bancada, pero personalmente indica que “es factible, pues es un derecho de participación previsto en la Constitución y la ley”.

“Si de conformidad con el criterio mayoritario del Legislativo se resuelve que una autoridad amerita ser reelecta, entonces quiere decir que el perfil de esa persona es el adecuado para seguir dirigiendo los destinos de esta nave llamada Asamblea Nacional”, refiere.

Más allá de un perfil en particular, Weber menciona que es importante que quienes lleguen a integrar el máximo órgano de administración legislativa y a presidir el Parlamento lo hagan con el compromiso de llevarlo “a puerto seguro, pese a las aguas turbulentas en las que navegan”. (I)