En el Diccionario de la lengua española solo consta el verbo vaciar, cuyas dos primeras acepciones se refieren a ‘dejar vacío algo’. Es decir, indican que se puede vaciar cualquier cosa, por ejemplo, el contenido de una botella, lo que está dentro de un bolsillo o en otros recipientes.

Según la Nueva gramática de la lengua española, el verbo es vaciar no vacear y su modelo de conjugación es enviar. Por lo tanto, así como se conjuga yo envío, tú envías, él envía, etc. (no yo enveo, tú enveas, ni él envea), para el caso del verbo vaciar también hay que decir yo vacío, tú vacías, él vacía, etc. (no yo vaceo, tú vaceas, ni él vacea).

En el Diccionario panhispánico de dudas se indica que «es frecuente que algunos hablantes americanos y de zonas noroccidentales de España sustituyan la correcta terminación en -iar de muchos verbos por -ear: cambear, vacear, en lugar de cambiar, vaciar, con la consiguiente creación de formas verbales erróneas en la conjugación de estos verbos: yo vaceo, tú cámbeas, etc., en lugar de yo vacío, tú cambias, etc.».

Las pautas ya están presentadas, los hablantes son libres de usar las formas que tienen prestigio (vaciar, vacío, vacías, etc.) o las que son agramaticales (vacear, vaceo, vaceas, etc.).

A propósito de la autonomía que tienen los hablantes sobre el uso de la lengua, se presenta la expresión latina «vox populi, vox Dei», que traducida al español es ‘la voz del pueblo, es la voz de Dios’. Este adagio indica que lo que el pueblo asume como algo verdadero, sea acertado o no, termina por imponerse debido a la fuerza y constancia de sus impulsores. Esto se relaciona con la locución latina «vox populi» (voz del pueblo), que se emplea ‘para indicar que algo es conocido y repetido por todos’. (F)

FUENTES: Diccionario de la lengua española (versión electrónica), Diccionario panhispánico de dudas (2005), Nueva gramática de la lengua española (2009), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española.