Con la llegada de ChatGPT el mundo ha puesto sus ojos en la inteligencia artificial (IA).

El pasado 17 de marzo Sam Altman, CEO de OpenAI -compañía creadora de ChatGPT-, ha declarado “estamos un poco asustados”. Advirtiendo la necesidad de blindarse contra las consecuencias negativas de la IA. Un mes antes Elon Musk, CEO de Tesla, mencionó: “Uno de los mayores riesgos para el futuro de la civilización es la IA”. En esta misma línea de pensamiento Steve Wosniak, cofundador de Apple, ha señalado respecto de la IA: “El problema es que hace cosas buenas por nosotros, pero puede cometer errores horribles al no saber qué es la humanidad”.

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Sin embargo, al otro lado del camino el cofundador de Microsoft, Bill Gate, el 21 de marzo de este año publicó en su blog “La era de la IA ha comenzado. La IA es tan revolucionaria como los teléfonos móviles e internet”.

Considerando todas estas visiones, ¿es la IA una amenaza real para la humanidad? Desde el comienzo de la Edad de Piedra hace unos 2,5 millones de años, los humanos se inician en la tecnología desarrollando las primeras herramientas de piedra con madera y huesos como puntas de flechas, martillos, hachas y cuchillos.

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Teniendo en cuenta que la Edad de Piedra representa el 99 % de toda la prehistoria e historia de la humanidad, y que desde el inicio de la Revolución Industrial hasta nuestros días solo han pasado 263 años, entonces, si dividimos estos 263 años por los 2,5 millones de años que nuestra especie tiene sobre la faz de la Tierra nos da que el tiempo transcurrido desde el comienzo de la Revolución Industrial hasta el presente solo representa el 0,01 % de toda nuestra existencia.

Lo interesante de este pequeño análisis es que en ese 0,01 % se ha desarrollado el 99,99 % de todo el poder tecnológico creado por el humano. Es decir, nuestra especie ha entrado en una era exponencial en su relación con la tecnología.

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Perece ser que, por estos días, los avances tecnológicos en IA liderados por ChatGPT van a “exceso de velocidad” con todos los peligros que eso significa.

Por primera vez en toda la historia de la humanidad el desarrollo tecnológico avanza a una velocidad tal que los asuntos humanos como los conocemos no tienen el tiempo suficiente para adaptarse los cambios altamente disruptivos y veloces que vienen con la IA.

Entonces ¿estamos cerca de una singularidad tecnológica?

Si retrocedemos al año 1957, cuando John von Neumann señaló: “El progreso cada vez más acelerado de la tecnología... da la apariencia de acercarse a una singularidad esencial en la historia de la raza más allá de la cual los asuntos humanos, tal como los conocemos, no podrían continuar”.

Da la impresión de que no hay tiempo suficiente como lo hubo en el 99,99 % de toda nuestra historia para adaptarse a cambios tecnológicos tan rápidos y disruptivos a la vez.

Tal como lo señalara a la BBC en el año 2014 el distinguido científico Stephen Hawking, “los esfuerzos para crear máquinas pensantes representan una amenaza para nuestra propia existencia (…) El desarrollo de la IA completa podría significar el fin de la raza humana”.

Mucho más que antes, el mundo debe comprender que el desarrollo de la tecnología tiene que estar siempre al servicio de la humanidad y no en oposición a esta. La IA bien gestionada hará de este planeta un mejor lugar para vivir, pero si cae en las manos equivocadas puede ser el inicio del fin. (O)