Siete organizaciones políticas del país cuestionan el estatuto que define el esquema de representación para una eventual asamblea constituyente.
Estos sectores están preocupados por el mecanismo que se implementaría en la adjudicación de escaños, pues no habría espacio para las minorías.
La Corte Constitucional (CC) dio paso a la consulta popular propuesta por el presidente Daniel Noboa, que incluye un estatuto sobre el cual se regirá la asamblea constituyente y que estará compuesta por 80 miembros: 24 asambleístas nacionales, 50 provinciales y 6 del exterior.
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La distribución de los 50 escaños entre las provincias parte de la base que cada provincia tendrá mínimo un representante y se incrementará uno más por cada 471.000 habitantes, tomando en consideración el último censo poblacional.
De esa forma, trece provincias tendrán un solo representante.
Todos coinciden en que en esas provincias será escasa la representación, lo cual hace creer que ante una posible constituyente se repetiría la polarización que hoy tiene la Asamblea Nacional.
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Alfredo Serrano, presidente nacional del Partido Social Cristiano (PSC), duda de la conveniencia de la instalación de una constituyente porque habrá una paralización de la inversión extranjera mientras no se conozca el texto de la nueva Constitución, y el costo que significaría su operación, que superaría los $ 250 millones.
Pese a ese escenario, el PSC participará en el proceso electoral y apoyará el sí en la consulta, aunque Serrano cuestionó la aplicación del método D’Hondt para la adjudicación de escaños, que sobredimensiona los resultados de las mayorías y no permite la representación de muchos partidos de minoría.
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El PSC no descarta alianzas políticas en las provincias para alcanzar representación.
Luis Molina, del movimiento Revolución Ciudadana (RC), opina que lo aprobado por la Corte no garantiza el principio de representación democrática y el de proporcionalidad, pues se plantea un número reducido de asambleístas constituyentes.
Cuestiona que las provincias pequeñas tendrían un solo representante, y a eso le suma el método D’Hondt, que beneficia a las mayorías y deja fuera a las minorías, que son importantes dentro de una constituyente.
El legislador dijo que en este nuevo pacto social se debería garantizar la representación de todos, pero que con esta estructura diseñada por el Ejecutivo se quiere volver hacia un centralismo constituyente, porque serán las grandes provincias las que concentren la mayor cantidad de representantes.
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Juan Fernando Flores, dirigente del movimiento Creando Oportunidades (CREO), también expresa su preocupación de que algunas provincias tendrían un solo asambleísta, pero que en todo caso su organización está de acuerdo con la convocatoria y que se preparará para poder avanzar.
Señala que no está bien especular sobre si tal o cual movimiento ganará las elecciones sobre todo en un momento tan convulsionado como el que estamos viviendo, pues la convocatoria a elecciones se da en medio de un paro.
Dice que es importante señalar al país los temas que se plantearán en una eventual nueva Constitución, y además se debe garantizar una mejor representación legislativa para no caer en asambleístas dibujantes o quienes desde la cama pretenden legislar.
El presidente nacional del partido Avanza, Javier Orti, señala, en tanto, que la baja representación en trece provincias del país, definitivamente, favorecerá a la polarización y eso se complementa con el método de adjudicación de escaños, que “lo único que hace es asegurar la presencia en la asamblea constituyente a las dos únicas organizaciones políticas grandes: correísmo y ADN”.
Frente a esa realidad, añade Orti, las demás organizaciones políticas deben hacer alianzas para tratar de armar una tercera vía, a fin de darle un poco de sensatez a la constituyente. Avanza siempre planteó la necesidad de cambiar la Constitución de 2008, por ser hiperpresidencialista.
Lamentó que la constituyente, tal como está diseñada, “está hecha a la medida de ADN, y eso es peligroso porque una constitución, conceptualmente hablando, siempre es un pacto social”.
Giovanny Atarihuana, del movimiento Unidad Popular, cuestionó que el mismo gobierno que subió el IVA y el precio de los combustibles hoy convoca una consulta popular para una asamblea constituyente a su medida con tres objetivos: eliminar y restringir derechos, concentrar el poder en sus manos y privatizar el petróleo y la electricidad.
Frente a ello, añade, Unidad Popular ha resuelto llamar al pueblo a votar no, para defender la vida y los derechos.
Atarihuana tildó de antidemocrático el estatuto de la constituyente porque restringe la representación de los territorios, prácticamente con el 20 % de los votos la primera minoría tendría el 100 % de representación en todas esas provincias, y eso debió ser observado por la Corte.
El partido político SUMA, según el dirigente Guillermo Celi, se reunirá la próxima semana para revisar el tema, pero anticipa que el estatuto no obtuvo, de parte de la Corte Constitucional, los cambios profundos que necesitaba, porque la representación es demasiado reducida y para remate incorpora el método D’Hondt para la adjudicación de escaños que privilegia a las mayorías. “La Corte no hizo la tarea y se lavó las manos de manera rápida”, afirma.
SUMA siempre habló de la necesidad de una constituyente, que se necesita un nuevo texto constitucional, anota Celi, pero en las condiciones que se establecen para la elección de constituyentes hay limitaciones y lo más probable es que lleguen dos fuerzas políticas.
Celi considera que es prematuro hablar sobre la instalación de una constituyente, porque primero se deben esperar los resultados de las elecciones del 16 de noviembre y posterior a ello, definir candidaturas y los temas.
El Partido Sociedad Patriótica (PSP), a través del dirigente Lucio Gutiérrez, anuncia que su organización política tendrá este viernes 26 de septiembre una asamblea vía Zoom para tomar una postura, pero anticipa que su organización intentará llegar a la constituyente.
La preocupación del PSP también se centra en la aplicación del método D’Hondt, para definir los escaños, y por ello, no descarta alianzas con otras organizaciones políticas para crear un gran frente que sea una tercera vía.
Gutiérrez señala que podrían salir mal los cálculos del presidente Noboa, porque “ya no tiene el mismo apoyo con el que inició sus actividades, ha perdido mucha credibilidad, porque prometió cosas que no cumple, como los acuerdos políticos”, recalca. (I)