Un fenómeno de El Niño de moderado a fuerte se espera que tenga su impacto mayor en Ecuador a partir del último trimestre de este año, más específicamente desde noviembre próximo, según las autoridades y especialistas de la academia, al coincidir con el inicio de la próxima estación invernal.

Las aguas cálidas del Pacífico central y occidental se concentrarán frente a las costas de Ecuador y Perú provocando lluvias intensas, afirma Franklin Ormaza, profesor de Oceanografía de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol).

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“El Niño es un evento meteorológico oceanográfico que se da en la región 3,4 (del Pacífico central) e impacta en la región 1+2 (frente a las costas de Ecuador y Perú). El fenómeno se lo define, se lo declara como tal en el área 3,4, ubicada a 7.700 kilómetros de la costa ecuatoriana″, explica Ormaza.

Las últimas mediciones de la temperatura superficial del mar, una de las variables que se analizan, indican que está a 2,6 grados centígrados por encima de las condiciones normales en la región del Pacífico 1+2, que es frente a las costas de Ecuador y Perú.

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¿Por qué científicos del Ecuador dicen que se debe hablar de evento El Niño y no fenómeno de El Niño?

“El Niño es un patrón climático de origen natural asociado al aumento de la temperatura de la superficie del océano en las partes central y oriental del Pacífico tropical, y se produce en promedio en ciclos que van desde los dos hasta los siete años y los episodios suelen durar entre nueve y doce meses”, indica Rodney Martínez, representante de la Organización Meteorológica Mundial para América del Norte y Central.

“Hay que entender que El Niño es la combinación de una alteración en la temperatura del océano, que tiene una respuesta en la atmósfera y debido a que cubre toda la gran área del Pacífico tiene la capacidad de influir en el clima de regiones que están lejos de esta área”.

El impacto es el exceso de precipitaciones y el déficit de ellas, según la región.

“Normalmente durante los eventos El Niño y como resultado de su evolución existe un transporte de calor, un viaje de masas de agua cálida que vienen desde el Pacífico occidental hacia las costas de Sudamérica. Estas masas de agua cálida incrementan la temperatura del mar frente a las costas, lo que genera mayor evaporación y la formación de nubes y condiciones de lluvia en el país”, asevera Martínez.

Esto va acompañado, durante la evolución de El Niño, dice Martínez, de un cambio en la circulación de los vientos, que en condiciones normales soplan desde el sur y se dirigen hacia el oeste.

Dejar de sembrar arroz o de rellenar ciertas zonas para almacenar allí el exceso de agua de las lluvias es lo que se recomienda ante fenómeno de El Niño para evitar inundaciones en Guayaquil

“Los denominados vientos alisios recorren la costa de Sudamérica y frente a Ecuador se dirigen hacia el Pacífico Central y Occidental. Cuando El Niño está ya en su fase de consolidación estos vientos se debilitan e inclusive llegan a cambiar su dirección, no solo que colapsan sino que comienzan a soplar en dirección contraria y vienen desde el oeste hacia las costas de América del Sur. Esto facilita más el transporte de agua cálida y empuja toda esta evaporación, estas nubes cargadas de lluvia, hacia la región continental, incluido Ecuador”.

El vapor de agua y la nubosidad se topan con la cordillera de los Andes, por lo que estas se concentran en las regiones litorales desde el sur de Colombia hasta el norte de Perú.

Se tiene previsto que el calor acumulado en la región 3,4 se comience a trasladar hacia nuestras costas, dice Ormaza. Ese traslado dura doce semanas, por lo que llegaría a las costas ecuatorianas en noviembre próximo.

“Eso hace que se incremente aún más la temperatura del agua, porque se forma el efecto invernadero, mayor evaporación, el mar se comienza a evaporar a una mayor tasa, y hay una constante lluvia. Entonces, desde noviembre va a conformarse eso y probablemente tengamos un pico en los meses de febrero y marzo del 2024″, manifiesta el catedrático.

Las lluvias durante el fenómeno de El Niño son de dos a tres veces más de lo que ocurrió el invierno pasado.

“En el cielo usted ve nubes verticales, como que salen del agua, esas son las nubes de convección y se producen por la evaporación del agua de mar cuando esta supera los 27,5 grados a 28 grados centígrados”, concluye Ormaza. (I)