Tratar de mantener la calma por sus compañeros a pesar del miedo. Es lo que procuraba Jorge Rendón, presentador de El Noticiero de TC Televisión y subdirector del mismo, cuando una veintena de antisociales ingresó al set donde transmitía en vivo con su compañera Vanessa Filella.
En entrevista con Diario EL UNIVERSO, el periodista agradece a las fuerzas del orden y a su fe (es devoto de la Madre Dolorosa) por estar vivo. Además, cuenta cómo tomaron como rehenes a los periodistas de la redacción del noticiario y lo primero que pensó cuando empezó el caos.
Publicidad
¿En qué fue lo primero que pensó?
Cuando ocurrió esto y escuchamos los gritos afuera y el escándalo, porque no sabíamos qué pasaba, lo que ocurría era algo inusual y anormal en el canal, después de la alerta que nos dieron el director de cámaras y el productor por el apuntador, lo primero que pensé fue que era gente avezada haciendo lo que querían hacer. Hemos estado analizando desde hace mucho tiempo esta situación. Esto es parte de un libreto de esta gente perversa, organizada, criminal. Simplemente se me cruzó por la cabeza: ‘Chuta, se cumplió'.
Publicidad
¿Cómo vivió el atentado?
Inmediatamente tomamos acciones dentro del set. Yo estaba en vivo, en ese momento habíamos ido a un corte comercial. Antes de irnos al corte ya escuchábamos los gritos. Lo que hicimos fue cerrar el estudio, pero ya no pudimos soportarlo. Mi compañera Vanessa (Filella) y yo nos pusimos a buen recaudo. Los camarógrafos nos cuidaron para que nos ubiquemos bien, en un lugar seguro.
Ellos (los criminales) gritaban, querían al presentador y toda la vaina. Sabían lo que estaban haciendo. Sabían que estábamos en vivo y se comunicaban mucho con otras personas y entre ellos. Entraron como una turba violenta y amedrentaron a todo el mundo. Fueron a la sala de redacción del noticiero y agarraron ahí a varios compañeros como rehenes. Los pusieron en el set de televisión grabando, en ese momento la señal estaba abierta, no se podía cortar porque todo el mundo era amenazado, con sus armas en nuestras cabezas, con explosivos. Fue una horda de terror lo que vivimos ayer en la tarde.
¿Es verdad que querían secuestrar periodistas?
No, ellos buscaban un presentador en ese momento, que era yo, pero como yo me evadí... Buscaban a alguien que les transmita el mensaje. Pero no, hay ese rumor, pero no está confirmado (...). Aparentemente era para Mauricio Ayora, pero eso no está confirmado.
¿Había estado en una situación así antes?
He pasado por situaciones de tragedias naturales, situaciones fuertes, una situación personal delictiva en 2005 que fue fuerte también, pero esto de aquí créemelo que ha sido... ha ido mucho más allá, porque incluyó rehenes, una turba de 20 personas, todo un caos y un terror que se vivió. En ese momento lógicamente tuve mucho susto, pero traté de mantener la calma y dirigir a mis amigos que estaban ahí dentro para que adoptemos urgencias, en ese caso llamar a la Policía, que fue lo primero que hizo Vanessa. A ella le pedí que llame inmediatamente. Pidió el refuerzo y ayuda a un oficial de Inteligencia. Ahí empezó todo el mundo a conectarse.
Lo importante es que en ese susto y ese temor no hubo nada más fuerte que la oración que mantuvimos en ese momento. Le pedimos mucho a Dios, yo soy devoto de la Madre Dolorosa. Le pedimos que nos proteja, y definitivamente nos protegió. Pudo haber pasado algo mucho más fuerte conmigo o con cualquiera de mis compañeros que estábamos en vivo.
¿Cómo fue el reencuentro con su familia?
Regresé a mi casa a las 18:00 más o menos, en medio de un dispositivo de alta seguridad para traerme. En ese momento se afloraron todos los sentimientos, la adrenalina, el llanto, es lógico. Gracias a Dios estoy aquí para contarlo.
¿Sabe algo de los camarógrafos que resultaron heridos?
Sí, un camarógrafo recibió un tiro en la pierna, a otro le quebraron el brazo, esta mañana lo intervinieron. Están fuera de peligro. Hubo mucha gente golpeada, estos tipos golpeaban con sus armas. Unos tipos realmente desaforados.
En estos momentos el canal está con resguardo militar y policial. (I)