El dueño de Sanrib Corporation, Bolívar Sánchez Ribadeneira, no da entrevistas. “Si me autorizan, yo la podría atender”, señala su abogado, Carlos Cortázar, quien ha dicho que su cliente no ha sido contratista del Estado y que hay “mala intención” al vincularlo al caso Sobornos 2012-2016.

Aunque no ha recibido contratos públicos, Sanrib –dedicada a la representación de personas y compañías y que registra ingresos por $ 5 millones desde el 2011– está vinculada con el proyecto Hidroeléctrico Ibarra-Fugua, a cargo de una empresa del mismo nombre, gerenciada por Sánchez.

En los registros de Sanrib constan dos aportes, de $584.000 cada uno en 2016 y 2017, a la empresa Hidro Ibarra Fugua S. A., “para la obtención de un proyecto de una hidroeléctrica”. Se trata de una central en Carchi, concesionada en 2017 por $ 60 millones.

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Según los archivos de Laura Terán, el exvicepresidente Jorge Glas figuraba como gestor de Sanrib, señalada como aportante de $689.000 para el pago de 15 facturas de la campaña de Alianza PAIS. Con una de ellas se canceló stickers dados por Andrés Benites, un exasesor de Celec y de la Vicepresidencia del 2013 al 2018. (I)