Las almendras se han convertido en uno de los frutos secos más populares gracias a la versatilidad de su uso culinario, y esto es porque pueden aprovecharse tanto para acompañar una comida salada como para ser parte de los ingredientes de un postre.
Más allá de eso, cuentan con un gran valor nutricional, lo que hace que sean muy convenientes para el organismo cuando de salud se trata.
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Razones para agregar almendras a la dieta
Si alguien tiene dudas sobre comer almendras en el día a día, a continuación se mencionan algunos de sus aportes al organismo en beneficio a la salud:
Entre sus cualidades destacan un aporte proteico importante, un alto contenido calórico (579 cal), una gran densidad nutricional y grasas saludables. Y esa es sólo la punta del iceberg, pues también contiene numerosos minerales relevantes para la salud como el calcio, el hierro, el magnesio, el fósforo, el potasio, el sodio, el zinc, el cobre, el manganeso y el selenio.
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El consumo de almendras también da al organismo un aporte de vitaminas B1, B3, B5, B6, B9, E, luteína, zeaxantina y A.
Una ración de 25 gramos de almendras sin cáscara da al cuerpo 18% de las ingestas diarias recomendadas de fósforo. La misma cantidad aporta el 42% de ingesta diaria que se recomienda de vitamina E. Además, ofrece una gran cantidad de energía, proteínas, fibra y ácido oleico.
Cómo comer las almendras
La recomendación de los expertos es que una persona coma entre 10 y 20 almendras al día. En caso de tener una vida sedentaria, es mejor que se ingieran 10; si por el contrario se tiene una actividad física regular, la cantidad se amplía, reseña el portal Alimente+.
Lo más sano es comerlas tostadas o al natural y sin sal añadida. Evitar ingerirlas fritas, saladas o con miel, ya que cada almendra tiene un 10% de carbohidratos de absorción lenta, algo ideal si se busca ganar masa muscular.
(I)