Dormir menos de lo recomendado puede afectar las funciones del organismo, pues existen un par de hormonas encargadas de regular el metabolismo, que, cuando se desequilibran pueden producir ansiedad de comer y como consecuencia, el sobrepeso.

Se trata de la grelina (incrementa el hambre) y la leptina (reduce el apetito), un par de hormonas que secretan alternamente y que, cuando la persona duerme poco, se invierten y producen más hambre.

El mismo efecto ocurre cuando la persona está muy sedentaria, por ejemplo, si dura todo el día en el sofá, se sentirá más tentada a buscar comida en el refrigerador. Esto se debe a que el aburrimiento, la falta de movimiento y la falta de sueño hacen que aumente la grelina, reseña el portal Clara.

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Duerme más y come menos

Al dormir poco, el organismo se cansa y el cerebro se pone en modo de ahorro de energía, haciendo que el cuerpo tenga menos movimiento y que haya la necesidad de comer más para reponer la fuerza perdida a través de las calorías. Si la falta de sueño se prolonga, la consecuencia será que el metabolismo se ralentice y quemar grasas se haga más complicado.

La vida del metabolismo

El cortisol es, en este caso, la hormona que orquesta el problema para conciliar el sueño; se produce por estrés y todo lo que sea relacionado a este problema. Si está equilibrada, se eleva en la mañana y se reduce en la noche, hora a la que debería estar funcionando la melatonina, que ayuda a descansar.

Las horas de sueño regulan la sensación de hambre | Foto: Pexels

Sueño reparador contra la obesidad

Una investigación hecha por el portal médico The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, halló que el comportamiento de las hormonas que regulan el apetito en un estimado de horas de sueños.

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Dicho estudio demostró que las personas que durmieron solo por cuatro horas experimentaron casi un 20% de reducción en leptina (hormona que da saciedad).

Quienes durmieron menos horas registraron niveles de leptina más bajos. Por lo que se recomienda dormir más horas para que aumenten. Es por ello que, para equilibrar el organismo se duerma entre 7 y 9 horas todas las noches.

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(I)

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