Iza tiene un objetivo claro: acrecentar su poder a través de movilizaciones sociales. Y un objetivo más fuerte (dicho claramente): tumbar al Gobierno para, uno, llegar más lejos en sus ambiciones, y dos, aparecer “como los únicos que realmente se la juegan, a nombre de todos los ecuatorianos”. Y además otros intereses particulares, como que siga el contrabando de gasolina o el no pago de regalías en las flores. Solo conoce un camino: la violencia… pero me pregunto ¿dónde están los jóvenes líderes indígenas con nuevas visiones?, y ¿qué clase de mensaje transmite la Conaie a sus descendientes?

Deben ser sancionados, uno por uno, por cada destrucción de propiedad y cada violación de derechos.

La detención de Iza era necesaria, aunque haya salido y su juicio será el 4 de julio. Algunos preguntan ¿por qué está detenido? Sencillo, es como si usted arreglara discrepancias con sus vecinos (porque cree que son abusivos) o con el tendero cercano (se imagina que le ha estafado) bloqueando accesos, dañando vehículos o invadiendo propiedades. O el vecino lo hiciera con usted. ¿Sería aceptable? No, el camino es protestar, discutir y eventualmente ir a la justicia. Pero la violencia, jamás. Eso hace la Conaie, violencia, cuando debe recurrir a la protesta pacífica (importante y necesaria) y encontrar los mecanismos políticos para cambiar el país, si así lo creen necesario (aunque sea para ir a su visión socialista retrógrada). Por eso deben ser sancionados, uno por uno, por cada destrucción de propiedad que luego deberemos pagar con nuestros impuestos y cada violación de derechos… El Gobierno solo tiene una opción: garantizar los derechos de todos a movilizarse, trabajar y producir, y a la propiedad. No se logra nada (como en 2019) con el argumento “dialoguemos para que usted cese su violencia”. Es al revés: “dialogamos cuando usted haya entendido que ese es el único camino, no solo diálogo con ustedes, sino con todos los ecuatorianos”.

¿Qué diálogos? Olvidemos a Iza y tomemos sus reivindicaciones solo como referencia. Rebaja de la gasolina: no tiene sentido, ya está congelada y el subsidio (malo para la sociedad) es cada vez mayor. Apoyo en deudas: tema viable para la banca pública, dentro de condiciones y montos sensatos.

Precios justos y control de precios. Sin sentido, todos perdemos. Precios justos quiere decir ‘págueme más’, y control de precios significa ‘bajemos precios’, contradictorio. Lo que esto generalmente implica es: ‘déjeme cobrar lo que yo necesito, pero controle a los demás’. Sí tiene sentido, con empresas, montar programas específicos y temporales para ciertos productos básicos.

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Derechos laborales y empleo. Necesitamos “reformas de sentido común”, pero ahora la Asamblea más bien lo ha complicado eliminando partes de la ley humanitaria.

Minería y petróleo. Llegar juntos a soluciones sensatas. Ni solo producir más, ni solo protección del medioambiente y el hábitat humano.

Derechos indígenas. Debe haber espacio para discusiones con las organizaciones indígenas. Salud, educación y seguridad. Temas esenciales.

Y más…

Necesitamos caminar, no empantanarnos y retroceder. Está la Conaie y otros ocultos detrás, los que les amnistiaron en la Asamblea y nefastos grupos internacionales. Al final los que más pierden son los pobres. No lo permitamos, ni ahora para tener un buen Día del Padre, ni nunca. (O)