Las tradiciones de Navidad no están en contraposición de la naturaleza. Sin embargo, la habilidad del comercio para levantar interés fue posicionando desde hace décadas al musgo –una especie protegida– como parte del pesebre. Así, la extracción masiva empezó a afectar la salud de los bosques. Desde el 2014 la extracción y comercialización de vegetales como el musgo está penalizada en el Ecuador.
El Ministerio de Ambiente y Energía presentó este 2 de diciembre la campaña “No arranques la piel de los árboles”, con el objetivo de evitar la extracción, recolección, tenencia y comercialización ilegal de musgo, bromelias, líquenes y helechos, utilizados en pesebres navideños. Los controles son positivos, pero lo óptimo es acompañarlos de difusión temprana.
En el país los artículos navideños se venden desde octubre y despuntan en noviembre y diciembre. A la par, las autoridades tendrían que obligarse a concienciar sobre lo que afecta al planeta. La prevención es un objetivo a fijarse en espacios clave para la vida.
En Ecuador entre 2021 y 2024, se retuvieron 1.055,44 kilogramos de flora silvestre destinada a comercialización ilegal, entre los que se incluía la bromelia y musgos nativos, anota el cable internacional. Lamentablemente no adelantar una campaña informativa vuelve reactivo el anuncio del Gobierno, pues en mercados y ferias ya se comercializa el musgo extraído.
El plan en el que participa la Unidad de Protección del Medio Ambiente, de la Policía Nacional, contempla operativos simultáneos en carreteras, plazas, mercados, ferias y sitios identificados como puntos de extracción, así como acciones de sensibilización en planteles. Estos son indicativos de que se busca proteger el ambiente y dan esperanza de ajustes en el futuro. El desconocimiento de la ley no libera de responsabilidades a nadie. El Código Integral Penal establece penas de uno a tres años de prisión por afectar a especies amenazadas, mientras que el Código Orgánico del Ambiente fija multas entre 2.300 y 92.000 dólares. (O)













