En las últimas semanas el llamado “riesgo país” del Ecuador en lugar de bajar ha seguido subiendo, alcanzando 1.945 puntos básicos.

El “riesgo país” refleja la probabilidad de que un país declare una moratoria en el servicio de su deuda externa. Es cierto que el Ecuador tiene una trayectoria negativa en este sentido, habiendo declarado moratoria en once ocasiones, empatando con Venezuela en el récord de moratorias (la última en 2020). No obstante, los indicadores económicos más bien deberían haber inducido una reducción de dicho diferencial.

Hace unas semanas se anunció un acuerdo para reestructurar la deuda externa con entidades chinas, reduciendo la tasa de interés entre 0,2 % y 1 %; extendiendo los plazos; reduciendo el servicio de la deuda en $ 870 millones en 2022-23.

Riesgo país de Ecuador sigue imparable: llega a 1.841 puntos

El déficit fiscal ha bajado de $ 7.100 millones en 2020 a $ 2.300 millones en 2022. La relación deuda pública/PIB bajará de 62,2 % del PIB en 2020 a 57 % del PIB en 2023. Las reservas internacionales han superado $ 8.400 millones (habiendo bajado a $ 2.000 millones en marzo 2020). El precio promedio del petróleo ha superado las proyecciones del FMI. La tasa de crecimiento del PIB prevista en 2022 (2,9 %) es una de las más altas en la región, en tanto que la inflación es una de las más bajas (4,1 %).

El “riesgo país” refleja la probabilidad de que un país declare una moratoria en el servicio de su deuda externa.

Todos estos factores objetivos deberían haber bajado el riesgo país a unos 500 puntos, pero en su lugar se ha disparado a cerca de 2.000 puntos.

La explicación, por ende, no es que haya aumentado el riesgo de moratoria en el corto plazo (diría que ese riesgo es cero, dado que los pagos principales del FMI y China se han postergado a partir de 2025, y de los bonos soberanos a 2026).

¿Por qué el riesgo país de Ecuador sigue subiendo?

La preocupación es política: se considera que el gobierno no podrá aprobar reformas estructurales en la Asamblea, por ejemplo, laborales o de inversiones; no parece viable la apuesta por duplicar la producción petrolera; existe un riesgo de que la Asamblea destituya al presidente, o que este invoque la “muerte cruzada”; si bien el Sr. Iza se ha debilitado dentro del movimiento indígena, todavía es posible un nuevo “estallido” que afecte la producción petrolera, minera, agrícola, etc.; se teme que el próximo gobierno (sea producto de la “muerte cruzada” o de elecciones en 2025) invoque una nueva moratoria.

El “efecto Iza” se vuelve en realidad en un efecto Iza-Correa-PSC-Pachakutik. Algunos voceros del PSC han cuestionado el servicio de la deuda, y al parecer tienen una alianza con el correísmo y sectores de Pachakutik.

También hay factores técnicos que afectan el riesgo país del país, como la escasa liquidez y elevado costo de transacción, dado que el Ecuador no es un emisor recurrente.

A largo plazo, la única forma de superar esta percepción de riesgo es logrando un acuerdo fiscal entre las principales fuerzas políticas, asumiendo como un objetivo rebajar el costo del financiamiento externo del país; y reformas tributarias que eleven el nivel de presión fiscal del país a niveles cercanos al promedio de América Latina. Actualmente es del 19,1 % del PIB, mientras que el promedio de América Latina es 21,9 %, y para los países de la OCDE 33,5 %. (O)