En la Unidad Judicial Norte de Guayaquil, más conocida como La Florida, se encuentra una extraña obra de ingeniería: torres de escaleras que no llevan a ningún lugar. Cuando estos juzgados se construyeron las escaleras de evacuación nunca fueron conectadas a los edificios, quedando como extraños apéndices sin función alguna más que servir de albergue para gatos callejeros. Escaleras de emergencia que no son más que un adorno, conectadas a nada y que no conducen a nada. Y, sin embargo, pese a no tener funcionalidad alguna, estas escaleras sin salida son en realidad una perfecta metáfora de nuestro sistema de justicia, convirtiéndose así en un pequeño monumento que articula de forma poética lo que significa litigar en esa misma Unidad Judicial.