El 7 de abril pasado, en Seúl, terminaron las negociaciones previas a la firma y vigencia del acuerdo de comercio entre Ecuador y Corea del Sur. De nuestra parte, lo que sigue es que lo acordado en Seúl sea validado por la Corte Constitucional y aprobado por la Asamblea Nacional. Ambas entidades deben proceder a favor de la vigencia del acuerdo, pues al comparar oportunidades de exportación con amenazas para la industria nacional que este acuerdo representa, es inobjetable su conveniencia.

Las economías de ambos países son complementarias. Además de petróleo (su principal importación), Corea del Sur importa de manera creciente productos agropecuarios como carnes, cereales, pescado, camarón, madera, alimentos preparados, aceites y grasas comestibles, frutas, bebidas y lácteos. Por otra parte, el 90 % de las exportaciones de Corea del Sur son de equipos eléctricos, electrónicos, vehículos, derivados de petróleo, plásticos, metales, productos químicos, instrumentos y aparatos ópticos, médicos, farmacéuticos y caucho. El costo de las prendas de vestir coreanas no amenaza a la industria nacional y su arroz es muy diferente para ser adoptado en Ecuador. Sin embargo, el Gobierno nacional debe promover opciones para el empleo que se pueda perder en la industria automotriz y de electrodomésticos.

Qué compra y qué vende Ecuador a Corea del Sur, a puertas de un nuevo acuerdo comercial

Por tratarse de un “acuerdo estratégico de cooperación económica”, se facilitaría la transferencia de inversiones y servicios coreanos para la mejora competitiva de sectores productivos ecuatorianos. Nuestras cadenas de suministros contarían con la oportunidad de saltar a nuevos niveles de productividad y valor añadido debido a un mejor acceso a la oferta coreana de soluciones tecnológicas.

El consumidor coreano exige calidad. Sus 52 millones de habitantes cuentan con $ 35.000 de ingreso per cápita (Banco Mundial, 2021), valoran la calidad y están dispuestos a pagar por ella. Como suele pasar con el consumidor muy informado, el coreano es sensible a la percepción de marca, se interesa en productos que involucren beneficios para la salud y valora el servicio postventa (Reporte de Euromonitor, 2022). Por tanto, este es un mercado ideal para los productos de alto valor de las diferentes industrias ecuatorianas.

Para concretar pronto estas oportunidades hay que acelerar los tiempos de certificación sanitaria de las exportaciones alimenticias ecuatorianas. La Asociación de Importadores de Corea recomienda que Ecuador solicite a la autoridad sanitaria coreana la homologación de las certificaciones sanitarias que tienen los productos ecuatorianos en USA, pues los procesos de certificación de ambos países se parecen mucho. Así se ahorraría el tiempo que toma empezar la certificación sanitaria desde cero.

Gracias, equipo negociador. Corea del Sur es una oportunidad comercial irresistible. Ecuador tiene en su embajador en Corea del Sur a un guía con claridad estratégica, patriotismo y habilidad para construir relaciones. Pasemos con él de la gestión diplomática exitosa a la promoción y venta ganadoras. Tenemos productos y exportadores a la altura del reto. Vamos, Ecuador. (O)