La forma como cumplirá —dentro o fuera de la cárcel— las dos penas que mantiene en firme el exvicepresidente Jorge Glas por actos de corrupción cometidos en su paso por la función pública es lo único que variará si se acepta o se niega la apelación al habeas corpus concedido, el 9 de abril pasado por un juez de Manglaralto, Santa Elena, al exbinomio presidencial de Rafael Correa.