Aunque el Decreto Ejecutivo 730 apareció como una respuesta del Gobierno para combatir la inseguridad provocada por el crimen organizado, a través de operaciones militares y policiales para combatir al terrorismo, algunos sectores y organizaciones sociales advierten que la norma podría ser usada como un mecanismo de represión y persecución ciudadana si estallan movilizaciones o protestas en contra del régimen.