Gobierno busca respaldo político y quien pueda mediar el diálogo para diluir el paro, mientras el movimiento indígena insiste en que no habrá acercamientos

En medio del conflicto político generado por el paro nacional, el gobierno de Guillermo Lasso entabla diálogos con grupos sociales indígenas que no están movilizados; mientras que la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), el Consejo de Pueblos y Organizaciones Indígenas Evangélicos del Ecuador (Feine) y la Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (Fenocin) dan un plazo de 48 horas para que se ejecute el pliego de diez demandas, antes de que se resuelva arribar a Quito para radicalizar las medidas de hecho.

Este viernes se cumplió el quinto día del paro nacional y los alrededores del Palacio de Carondelet no estaban totalmente cercados y los efectivos de la Policía Nacional se ubicaban en ciertos puntos, para repeler y alertar de la presencia de grupos de manifestantes, que en la última semana han intentado con disturbios y marchas ingresar a la Plaza de la Independencia.

En el interior, Lasso y su gabinete buscan soluciones a la conflictividad nacional, como consecuencia del paro que organizó el presidente de la Conaie, Leonidas Iza.

Hubo acercamientos con grupos sociales indígenas y también con posibles mediadores para entablar una mesa de diálogo y terminar con estos cinco días de tensión. Extraoficialmente se conoció que desde el lado del régimen estarían listas las respuestas a sus diez demandas, pero están a la espera de que Leonidas Iza dé el primer paso y acepte conversar.

No obstante, la Conaie, la Feine y la Fenocin, aliadas en la causa de la movilización, se negaron en las últimas horas a dialogar.

La noche del jueves 16 de junio, Leonidas Iza, en un pronunciamiento que se transmitió en Facebook, sentenció: “La decisión de los pueblos es que no iremos a ningún proceso de diálogo que no tenga resultados. Nuestras demandas son públicas y necesitamos respuestas públicas”.

Además abrió un plazo de 48 horas en el que, supuestamente, se coordinará la logística para trasladar a las estructuras del movimiento indígena de las provincias hacia la capital. Aunque el objetivo sería darle tiempo a Lasso para que atienda sus demandas.

Este viernes, el presidente de la Fenocin, Gary Espinoza, recalcó que la movilización es indefinida y que le dieron un plazo de 48 horas al mandatario para que responda a sus propuestas, sin que para ello tenga que abrirse mecanismos de diálogo.

En tanto, en la Casa de Gobierno, la actividad fue normal. Lasso, junto al secretario nacional de Pueblos y Nacionalidades, Luis Pachala, y el ministro de Gobierno, Francisco Jiménez reúnen a algo más de 60 representantes de la Unión de Organizaciones Indígenas de Cotopaxi Residentes en Quito (Unoric), organización que se formó con indígenas que migraron a la ciudad e hicieron de sus viviendas terrenos ubicados en los límites con el cantón Mejía.

Se permite el acceso de camarógrafos y fotógrafos, pero no de los periodistas, a quienes se los traslada hasta la antigua sala de prensa y se les impide salir de allí. Personal de seguridad presidencial y servidores vigilan la puerta para que no salgan hacia los pasillos.

Lasso exclamó a la Unoric que quiere escuchar sus pedidos, inquietudes e incluso sus reclamos y, a su vez, les comentó que expidió el jueves último el decreto ejecutivo que dispone a los gobernadores de las 23 provincias del país que ejerzan controles para evitar la especulación de precios en conjunto con las intendencias de la Policía Nacional.

Esta medida estaría articulada a un paquete de medidas de compensación que están alistando para contrarrestar el alto costo de la vida, que se debe a la crisis económica del país por efectos de la pandemia y de la guerra entre Rusia y Ucrania, se explicó.

Minutos antes de las 13:00, el encuentro concluyó y Lasso bajó al primer piso del Palacio para tomarse una foto con los dirigentes indígenas.

Orlando Tipán dijo estar emocionado porque el Gobierno los hacía partícipes de la política nacional y al rechazar el paro de las tres organizaciones indígenas apuntó que “sin diálogo no hay camino”.

Después de esto, Lasso inició una nueva cita con representantes de la Asociación de Municipalidades del Ecuador (AME) y el Consorcio de Gobiernos Provinciales del Ecuador (Congope), quienes se ofrecen a ser mediadores de un diálogo con la Conaie.

Sin embargo, el movimiento indígena aclaró el jueves que no quieren diálogo. El régimen y los gremios de los gobiernos locales insisten y esperan que su presidente Leonidas Iza responda las llamadas telefónicas que se habrían hecho para que defina la fecha, la hora y el lugar para ese efecto.

“La pelota está en la cancha de Leonidas Iza. Hemos hecho llamadas telefónicas y esperamos tener una respuesta para que Iza nos señale fecha, hora, y lugar”, dijo Franklin Galarza, presidente de la AME y alcalde de Morona Santiago, al final de este encuentro.

El presidente del Congope, Pablo Jurado, prefecto de Imbabura, fue más preciso y consideró que de instalarse esta mesa debería moderar un tercero y en un espacio neutral, para que no sean los políticos los que intervengan.

Por otro lado, aunque insistió en que las puertas del Palacio de Gobierno están abiertas para la Conaie, el ministro Francisco Jiménez zanjó que la invitación fue hecha de manera pública, evitando precisar si se ha enviado alguna invitación oficial.

“La invitación ha sido hecha y es pública. Espero que en las próximas horas tengamos una respuesta del señor Iza de la Conaie. Las puertas del Palacio están abiertas, la propuesta del diálogo se mantiene”, dijo.

Añadió que el Gobierno no permitirá otro octubre del 2019 y que se defenderá al país con la ley y la Constitución.

“No es una amenaza decir que la ley y la Constitución está presente. Y jamás es una ingenuidad decir que uno va a seguir apostándole al diálogo, es nuestra obligación seguir dialogando con los que se sienten inconformes con lo que se sucede en el Ecuador y es nuestra obligación también aplicar la ley”, afirmó Jiménez. (I)