El presidente del Consejo Directivo del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), Édgar Lama, reveló que la entidad está investigando las denuncias de corrupción que se reciben. Aquello incluye la información que se está ventilando en la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional sobre presuntas irregularidades en los hospitales.
“Estamos investigando cada denuncia de corrupción que recibimos. Y lo que nos encontramos en realidad no es con individuos focalizados, sino con redes. Estas personas, por lo general, operan en grupo”, explicó Lama.
Puso como ejemplo el caso reciente de un enfermero de un hospital de Quito, quien fue mencionado por Daniel Salcedo, sentenciado por casos de corrupción, durante su comparecencia en la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional.
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Salcedo señaló al funcionario como pieza de un entramado de presuntos delitos alrededor de contratos en los hospitales.
El presidente del IESS contó que el funcionario en cuestión fue desvinculado por abandono del lugar de trabajo, mediante sumario administrativo, quedando inhabilitado para ejercer cargos públicos durante los próximos dos años.
“El señor al día siguiente (de la comparecencia de Salcedo) ya no fue a trabajar. Cuando nos enteramos estaba en Miami (EE. UU.). No sé si seguirá en Miami, pero ya no fue a trabajar tres días seguidos. Lo señalaron con el dedo y el tipo inmediatamente agarró un vuelo para otro país”, explicó el titular del IESS.
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Al ser consultado respecto de si se revisará si el asambleísta del oficialismo, Ferdinand Álvarez (ADN), presidente de la Comisión de Fiscalización, tiene o no nexos con la supuesta trama de corrupción hospitalaria, como lo ha aseverado Xavier Jordán (investigado por supuestos actos de corrupción e injerencia en el sistema de justicia), el titular del IESS respondió que sí.
“Estamos analizando lo que se está ventilando (en la Comisión de Fiscalización). Si denuncian alguna irregularidad en el hospital, uno tiene que seguir el rastro de las contrataciones. Lo que hay que investigar es la trama y ahí sí apunte la persona que apunte, saldrá la persona que salga”, afirmó Édgar Lama.
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Uno de los hospitales que ha tenido más problemas por casos de corrupción con contratos de insumos y medicinas es el Teodoro Maldonado, en Guayaquil.
Respecto de esta casa de salud, el presidente del IESS reconoció que el hospital enfrenta desafíos significativos en cuanto al uso eficiente de sus recursos.
Es necesario realizar cambios en determinadas personas dentro de la administración para mejorar la calidad del servicio y la eficiencia presupuestaria, dijo.
Mencionó que hubo un caso con un concurso para contratación de servicios de seguridad, que tenía vicios de irregularidades, por el cual el gerente del hospital recibió amenazas por un sujeto que se identificó como miembro de un grupo de delincuencia organizada (GDO), quien intimidó al funcionario para que no se elimine el proceso.
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Lama reveló que hasta su padre fue amenazado por este tema, para ejercer presión en la máxima autoridad del IESS.
Explicó que la contratación de seguridad era susceptible de corrupción por la modalidad de subasta inversa. En algunos casos ganaban oferentes con los menores precios, que luego se negaban a dar el servicio.
“Amenazan a las personas de que si los declaraban proveedores incumplidos serían sometidos a actos de violencia. Lo mismo pasa con alimentación y con limpieza. Simplemente ofrecen el mejor precio, se llevan el contrato, pero nunca cumplen y amenazan a las personas. Es un negocio delictivo fácil para estas personas”, describió.
Con la nueva Ley de Integridad se estableció que este tipo de contrato ya no se haría por subasta inversa, sino mediante un catálogo de proveedores autorizados y reconocidos por su confianza, calidad y transparencia.
Una vez que la ley entró en vigencia, el gerente del hospital se comunicó con el presidente del IESS para informarle que el proceso para el contrato de seguridad debía cancelarse, lo cual Lama respaldó; sin embargo, el gerente le comunicó que había sido amenazado para no dar de baja el proceso.
Estos hechos de presión, incluyendo el que recibió su padre, ocurrieron hace aproximadamente tres o cuatro semanas, relató Lama y explicó que debido a la falta de evidencias concretas la presentación de denuncias penales se ha complicado.
La misión por combatir la corrupción hospitalaria no ha sido fácil. La autoridad manifestó que aún no se ha podido identificar exactamente a los responsables de las redes delictivas, no obstante, se está separando de la institución a personas cuyos perfiles levantan sospechas. “Si no existe la confianza, no pueden trabajar en la Seguridad Social”, remarcó Lama.
Las indagaciones internas avanzan para detectar quiénes están detrás de los contratos.
En ese contexto, mencionó el caso de un joven de 27 años a quien se le han adjudicado contratos millonarios de medicamentos.
El joven en cuestión también ha sido señalado por Xavier Jordán como presunto testaferro. Sería estudiante y empleado de una ferretería.
“No se los logra identificar exactamente (a los GDO en los hospitales). Se logra identificar cosas, como lo que salió hace poco de este empleo de la ferretería Kiwi, que tiene 27 años y, evidentemente, es testaferro. Pero es muy difícil identificar para quién. Y mi labor no es investigar penalmente. Si yo identifico alguna irregularidad, desvinculo a la persona, así sea por sospecha”, expresó el presidente del Consejo Directivo.
Conforme se consigan indicios concretos se presentarán denuncias en la Fiscalía. Ya se lo ha hecho en Loja y se lo hará con el funcionario del hospital de Quito, de quien ya se tienen elementos, adelantó Édgar Lama. (I)