La pregunta que muchos se hacen es por qué es tan difícil volver a tener una actividad física activa, luego de un largo receso. Y la respuesta la pudieran tener unos investigadores de Reino Unido que llegaron a una conclusión al realizar estudios sobre el comportamiento de una proteína humana.
Aunque el análisis se efectuó empleando ratones, la Dra. Fiona Bartoli, becaria postdoctoral en la Universidad de Leeds en Inglaterra, fue categórica al explicar los resultados obtenidos a Medical News Today. A su juicio, la existencia de la proteína Piezo1 tiene toda la influencia en la capacidad reducida que alcanzamos cuando adoptamos un estilo de vida sedentario.
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Y al expresar el por qué, empieza mencionando que la Piezo1 son “las células endoteliales que recubren a los vasos sanguíneos” y cuando se da un cambio en el flujo sanguíneo estas son capaces de detectarlo en el momento en que el cuerpo se somete a algún tipo de actividad física.
Sabido cómo funciona esta proteína, los científicos aseguran que mientras el organismo sea sometido a un esfuerzo, estas células lo sabrán y ayudarán al cuerpo a adaptarse a medida de que el flujo sanguíneo aumenta. (I)
