Encontrar al paciente “cero”, el primer caso de covid-19, es crucial para averiguar el origen de la pandemia. Saber dónde y por qué pudo contraer la enfermedad nos dará las pistas necesarias para evitar los riesgos de futuros focos, reemergencias y nuevas pandemias. Por supuesto, preservando su identidad, imprescindible para evitar culpabilizar y estigmatizar.