El Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica de Ecuador (Maate) afirmó, a través de un comunicado, que el ataque a decenas de ovejas en Cotopaxi, y que se viralizó en redes sociales, fue provocado por perros ferales.

Con esto descartó que los animales de corral fueran atacados por un puma. Esta versión también se viralizó e incluso circulaba un video del supuesto felino mantando a una oveja. Además, la secretaría de Estado afirmó que los animales afectados ascienden a 80 y no a 1.200 como se compartió en plataformas digitales.

Perros ferales están al acecho en el Bosque Protector Cerro Blanco y en otras áreas protegidas de la Costa

“En relación a los eventos ocurridos días atrás sobre supuestos ataques de puma a 1.200 ovejas en la Sierra centro del país, personal de la Dirección Zonal 3 realizó una verificación en campo, donde se constató que el número de animales de corral afectados son máximo 80 y se confirmó que el ataque fue producido por perros ferales”, indicó el Maate.

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Ante este hecho, el ministerio afirmó que trabaja en el control de especies ferales, tecnificación del manejo en la crianza de animales domésticos, investigación, monitoreo, aplicación de medidas disuasivas que permitan ahuyentar a los animales silvestres y evitar que ataquen a los animales domésticos, y se instaló una mesa técnica que permita la mediación del conflicto.

Con esta aclaración también se busca que las comunidades afectadas por el ataque no inicien una cacería de pumas. “Proteger las especies de fauna silvestre es un trabajo de todos. Desde este Ministerio hacemos un llamado a la ciudadanía a respetar la vida silvestre y solicitar apoyo de manera anticipada y pertinente para solucionar cualquier conflicto, pues proteger el patrimonio natural es vital para tener un mundo saludable”, señaló Glenda Ortega, subsecretaria de Patrimonio Natural.

Perros domésticos asilvestrados afectan y atacan a las especies salvajes en Ecuador

Para definir qué animal fue el causante de las muertes de las ovejas personal técnico realizó la verificación del patrón de ataque y de las heridas. Los pumas marcan sus garras en los miembros posteriores de sus presas y matan por asfixia dirigiéndose al cuello.

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En tanto, los perros ferales atacan de manera desordenada. En los animales de corral muertos se vieron desgarros en todas las partes de sus cuerpos, afirmó el Maate a EL UNIVERSO.

La organización Protección Animal Ecuador cuestionó que se haya atribuido el ataque a un puma sin previa investigación. Además, condenó que ciertos medios de comunicación, para obtener “likes”, hayan hecho eco de un video de un felino matando a una oveja y asegurando que tenía relación con lo ocurrido en Cotopaxi. El audiovisual ni siquiera fue grabado en el país.

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“Es imposible que un puma mate tantas ovejas. Noticias de este tipo fomentan el desconocimiento, miedo y odio contra la fauna silvestre. Los medios deben contactar expertos antes de generar pánico”, afirmó a través de Twitter.

Añadió que la situación en la ruralidad ecuatoriana es compleja y que aunque casi siempre se atribuya la muerte de animales de corral a la fauna silvestre, muchas veces los responsables también son “perros abandonados buscando sobrevivir, o podrían haber más causas que desencadenan la muerte de tantos animales”.

Los perros ferales o asilvestrados están ocasionando un gran impacto en la fauna y hábitat silvestre en Ecuador, ya que compiten por territorio y presas. Además, atacan a los animales de corral y los comuneros, al pensar que el ataque lo hizo una especie silvestre, empiezan cacerías contra especies como el puma o el cóndor, que están en peligro de extinción.

Uno de los sitios donde están estos perros es en el Bosque Protector Cerro Blanco, uno de los últimos pulmones que quedan en el noroeste de Guayaquil. Los perros asilvestrados han sido captados por las cámaras trampa colocadas como parte de los estudios para identificar la fauna y sus patrones de comportamiento.

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Se teme por caza o envenenamiento a animales de fauna silvestre en cantones de Cotopaxi, tras ataque a ovejas

Los avistamientos de jaurías de perros domésticos que se volvieron asilvestrados o ferales, por descuido de sus dueños, en hábitats naturales son más frecuentes.

En la Reserva Ecológica Cayambe-Coca, entre las provincias de Imbabura, Napo, Pichincha y Sucumbíos, también se han registrado ataques de estos caninos a otras especies.

Estos caninos atacan venados, saínos, coatíes y se comen la carroñas de pumas y cóndores. Aplicar la eutanasia, realizar campañas de educación y esterilización serían posibles soluciones. (I)