Mantener una dieta saludable, beber suficiente agua a lo largo del día, descansar apropiadamente por las noches y usar protector solar son las medidas que una persona puede tomar para mantener una piel saludable.

Sin embargo, el cuidado del cutis no se limita a estos hábitos básicos. Existen productos y tratamientos naturales específicos que pueden ayudar a mejorar la apariencia y salud de la piel, como una simple pero eficaz mascarilla de colágeno vivo.

Esta no solo permitirá aumentar la presencia de esta proteína en la dermis, para aportar elasticidad y firmeza, sino que funcionará para nutrir, hidratar y reducir la producción de sebo en el rostro desde la primera aplicación.

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¿Cómo preparar una mascarilla de colágeno vivo?

Aplica con cuidado la mascarilla y evita el contorno de los ojos y la boca Foto: Freepik

De acuerdo con Belleza Estética, para preparar tu propia mascarilla rica en colágeno, necesitarás de solo tres ingredientes: la clara de un huevo, una cucharadita de aceite de coco y una cucharadita de miel. Esto los usarás de la siguiente forma:

  1. Como primer paso, debes batir la clara de un huevo hasta que esté espumosa.
  2. En este momento, deberás agregar la miel y el aceite de coco. Remueve la mezcla para unir bien cada ingrediente.
  3. Cuando obtengas una mezcla homogénea, aplícala sobre tu rostro previamente lavado y deja que repose por unos 15 o 30 minutos.
  4. Pasado ese tiempo, la piel debió haber absorbido los beneficios de esta mascarilla, por lo que se puede retirar con agua tibia.

Jugo de colágeno: cómo preparar colágeno casero para mantener firme la piel de tu rostro

Beneficios del uso de esta mascarilla de huevo

Desde hace décadas, el huevo a sido utilizado como tratamiento casero para problemas de cutáneos Foto: svehlik

Belleza Estética resalta que el principal ingrediente de esta mascarilla es la clara de huevo, la cual es beneficiosa para la piel en varios aspectos:

  • Hidrata y nutre la piel en profundidad.
  • Reduce arrugas y líneas de expresión.
  • Mejora la firmeza y elasticidad.
  • Estimula la producción de colágeno.
  • Calma la inflamación y controla el exceso de sebo.

(I)

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