La geofísica guayaquileña de 31 años, quien trabaja hoy en Zúrich (Suiza), comparte con los lectores de La Revista su trayectoria e investigación, esperando que su experiencia inspire a los más jóvenes a buscar oportunidades para sobresalir.
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Su abuela solo aprendió a leer y a escribir, así que Tania comparte hoy su historia esperando que su experiencia inspire a los jóvenes a buscar oportunidades.


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La geofísica guayaquileña de 31 años, quien trabaja hoy en Zúrich (Suiza), comparte con los lectores de La Revista su trayectoria e investigación, esperando que su experiencia inspire a los más jóvenes a buscar oportunidades para sobresalir.