Hace poco escuché un discurso en el que el conferencista mencionó el Mensaje a García como el ejemplo de proactividad para generar el cambio en las empresas. Seré sincero: nunca simpaticé con este relato de Elbert Hubbard desde la primera vez que lo escuché, pero hoy tengo varios argumentos para mostrar mi -posiblemente impopular- desacuerdo con su recomendación de proactividad.