La pronunciación de una palabra depende del silabeo, que también se conoce como silabación o silabificación. Según las normas de división silábica, cuando una consonante está en posición intervocálica, siempre forma sílaba con la vocal que le sigue. Ejemplos: a.jí, ca.ro, A.li.cia, a.ba.ni.car.

Esta regla se aplica, incluso, cuando la palabra tiene una hache intercalada, como es el caso de inhóspito: i.nhós.pi.to. Justo aquí entra la voz anhelo, cuyo silabeo es a.nhe.lo, no an.he.lo.

Hay que considerar también que el prefijo condiciona el silabeo de algunas palabras que tienen hache intermedia. Por ejemplo, para el verbo adherir hay dos posibilidades de segmentación: ad.he.rir y a.dhe.rir. Se recomienda la segunda opción.

Escriba absceso, no abceso

En la articulación de la palabra absceso es normal que se omita el fonema /s/ de la primera sílaba. No obstante, esa omisión no debe trasladarse a la escritura.

Absceso es un saco o acumulación de pus en los tejidos orgánicos. Se deriva del latín abscessus, que significa ‘tumor’. Ejemplo: Tiene un absceso en la nariz.

No hay que confundir el vocablo absceso con acceso, pues este último significa ‘entrada o paso’, ‘arrebato o exaltación’, ‘entrada al trato o comunicación con alguien’, ‘coito’; también, ‘acometimiento o repetición de un estado morboso, periódico o no, como la tos, la disnea, la neuralgia o la agresividad’ (Diccionario de la lengua española). (F)

FUENTES:

Diccionario de la lengua española (versión electrónica), Diccionario panhispánico de dudas (2005), Nueva gramática de la lengua española (2009) y Libro de estilo de la lengua española (2018), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española.