Una guerra mundial es, parece obvio decirlo, una conflagración bélica que tiene por escenario todo el mundo, ¿no? El primer conflicto armado con esas características fue la Guerra de los Siete Años, un lapso que va del 1756 a 1763, en la que hubo batallas prácticamente en todos los continentes y cuyas consecuencias también abarcaron todo el orbe. La segunda sería el conjunto de las llamadas Guerras Napoleónicas, un largo enfrentamiento intermitente, que se inició en 1792 con el choque entre la Francia revolucionaria y las monarquías absolutistas europeas, que empalmó con la fase propiamente napoleónica desde 1799 hasta la batalla de Waterloo en 1815, que puso fin a este sangriento episodio, con acciones y repercusiones en todo la Tierra. Según esta reclasificación, las conocidas como Primera y Segunda guerras mundiales pasarían a ser la tercera y cuarta.