Ante tantos acontecimientos que observamos a diario, comportamientos de actores famosos que una crisis de resentimiento la vuelven viral, políticos que hacen el ridículo para conseguir los votos y personas que votan por ellos, manifestaciones de ira, ofensas y peleas, creencias sin sentido que generan angustia y malestar, y muchos otros eventos que lucen inexplicables, viene a mi mente el reto de ser más racionales. Steven Spinker, psicólogo cognitivo de Harvard, lingüista y un popular escritor especializado en lenguaje, la mente y el comportamiento humano, da luces para abordar esta problemática actual.

Steven Spinker publicó en 2021 el libro Racionalidad: qué es, por qué escasea y cómo promoverla, en el que se propone y muestra que a través de la historia el uso de la razón ha conducido a mejores opciones en la esfera personal y pública, y ha sido motor fundamental de justicia social y progreso moral. ¿Cómo puede una especie que ha desarrollado vacunas para el COVID-19 en menos de un año producir tantas noticias falsas, remedios de curanderos y teorías de conspiración? Se pregunta Spinker, a lo cual responde que parecería ser que cuando se trata de los grandes problemas de la sociedad, hemos dejado de usar un conjunto de procesos y herramientas construidos a lo largo de los milenios como son la lógica, el pensamiento crítico, el conocimiento profundo, la probabilidad, la correlación y la causalidad. Los cuales nos distinguen como especie.

Ser luz, ser sal

Es interesante la propuesta de Spinker, para quien la razón es el medio indispensable para alcanzar un fin, desde la búsqueda de la verdad objetiva, la felicidad, hasta el éxito profesional y la prosperidad económica. Siendo fundamental para que surja el conocimiento científico, decisiones valiosas, prioridades claras entre distintos objetivos, soluciones ante disyuntivas y obstáculos.

Son más racionales los grupos humanos cuando adoptan normas y reglas de convivencia...

Las personas son más racionales en la medida en que usan procesos y herramientas reconocidas por Spinker: a, reconocen las emociones y dejan de secuestrarse por ellas; b, piensan lo suficientemente lento para reconocer lo que verdaderamente conviene y es necesario para sus objetivos y valores; c, dejan de usar solo la información que encaja en lo que les gusta de antemano; d, amplían, verifican y profundizan los datos fiables y hechos duros; e, no confían ciegamente en las percepciones, anécdotas u opiniones que escuchan o circulan en las redes.

Spinker tiene la convicción de que el raciocinio individual no es suficiente cuando se busca el bienestar de todos, que es vital la racionalidad colectiva.

En medio del caos

Son más racionales los grupos humanos cuando adoptan normas y reglas de convivencia explícitamente diseñadas para promover la objetividad y la verdad; cuando la racionalidad es un componente clave de los currículos educativos y los programas de formación empresarial; cuando la racionalidad es central en las expectativas, evaluaciones, decisiones y en la gestión pública y privada; cuando todas las instituciones y organizaciones desde las empresas, los partidos políticos, el periodismo, la justicia hasta los servicios de salud están fundamentadas en la racionalidad.

Las falsas ilusiones y los cantos de sirena triunfan cuando escasea la racionalidad. Ser más racionales, dudar, es uno de los retos más importante que tenemos que afrontar colectivamente. (O)