Puertas selladas con soldadura eléctrica habrían sido el mecanismo usado por las personas privadas de la libertad (PPL) de la Penitenciaría del Litoral del Guayas para evitar el ingreso de los miembros de la fuerza pública, tras cuatro días de disturbios, cuya consecuencia fue 31 personas muertas.
Desde el fin de semana y hasta el martes último, la Penitenciaría del Litoral fue el escenario de enfrentamientos entre reos que causaron 31 muertos, de acuerdo con información divulgada por la Fiscalía General del Estado.
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Para recuperar el control de este centro, el Gobierno nacional dispuso la participación de más de mil efectivos de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas, que ingresaron hasta las instalaciones y procedieron con la incautación de artículos prohibidos.
Según el ministro del Interior, Juan Zapata, la intervención estatal permitió retomar el control del centro y, por el momento, se hacían inventarios de las armas y demás artículos que se encontraron fruto del operativo.
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Atribuyó estos hechos violentos a «luchas de poder» entre las bandas delincuenciales que ocupan diferentes pabellones de la Penitenciaría.
«Los eventos en la Penitenciaría se dan por luchas de poder en diferentes pabellones. Lo que hicieron la Policía y Fuerzas Armadas fue intervenir cuando los actos sobrepasan la capacidad de respuesta del SNAI y fue una intervención absolutamente profesional, con toda la fuerza del Estado», explicó Zapata.
Para ejecutar esta medida, detalló el ministro, los uniformados habían utilizado explosivos de manera controlada para «romper las puertas, porque las habían asegurado con sueldas eléctricas».
Después de esta intervención no se han registrado más incidentes en Guayas o Esmeraldas, esta última provincia en la que este martes se produjeron sucesivos actos violentos, como la quema de vehículos, buses y la presencia de bombas artesanales en estaciones de combustible.
«La fuerza coercitiva, al hacerse presente en los pabellones (de la Penitenciaría), provoca las reacciones que se dan en los territorios en los que ellos (grupos criminales) tienen injerencia, especialmente en Esmeraldas», dijo Zapata.
Los últimos diagnósticos del ministro señalan que en Esmeraldas, en la noche y madrugada de este martes y miércoles, no se registraron más incidentes y que en los atentados no hubo heridos ni fallecidos.
Zapata aseguró que están detrás de la persona que mantuvo retenido a un hombre, que sería miembro de la Policía Nacional asignado a esa provincia, y que era apuntado con un arma en la cabeza mientras ajustando el cuello contra el pecho sostenía lo que sería una granada.
«El policía es un ser humano, somos seres humanos que tenemos derechos y eso no vamos a permitir. Hemos puesto toda la atención y ojalá en las próximas horas sea capturado y si es que hay que ponerle a resguardo de la administración de justicia y, si hay resistencia, se sabe cuál es la disposición», increpó Zapata indignado, al insistir en que los grupos especializados de la Policía están buscando al responsable de ese acto.
En tanto, en los operativos de control realizados este martes se incautaron fusiles de largo alcance, 251 municiones calibre 5,56 mm, 279 municiones calibre 9 mm, 56 municiones calibre 38 mm , 45 municiones 7,62, 1.500 municiones al granel de diferente calibre, 12 cartuchos de calibre 12 Gauge, 23 pistolas calibre 9 mm, 2 revólveres calibre 38 mm, 2 subametralladoras mini-Uzi, 1 lanzagranadas, 28 alimentadoras, 6 artefactos explosivos tipo artesanal, 6 granadas de mano y 65 tacos de explosivos en gel junto con 2 granadas de gas.
Sustancias sujetas a fiscalización, electrodomésticos como televisores, ventiladores, aires acondicionados, congeladores, videojuegos, balanza digital y dinero en efectivo.
Por las 31 muertes, la Fiscalía adelantó que abrirá dos investigaciones: una por los asesinatos de los privados de la libertad y otra por terrorismo. (I)