En entrevista con Diario EL UNIVERSO, la vocal del Consejo de la Judicatura (CJ) Maribel Barreno reiteró su decisión de mantenerse en el cargo, independientemente de los exhortos que se le hayan hecho para que renuncie por el bien de la estabilidad del sistema de justicia. Sostiene que lo que existe contra ella es una persecución, principalmente de parte de la fiscal general, Diana Salazar, contra quien Barreno presentó medidas de protección por supuestamente existir una violencia de género en su contra.

Para el miércoles 27 de septiembre próximo se ha fijado por quinta ocasión una fecha para que se instale en la Corte Nacional de Justicia (CNJ) la audiencia de evaluación y preparatoria de juicio por el delito de tráfico de influencias en el que es procesada Barreno y su compañero de pleno en la Judicatura Juan José Morillo, además del juez de Pichincha Vladimir Jhayya. Barreno dice que esperará hasta el último momento que el juez Walter Macías se aparte por voluntad propia del caso al haber pedido su imparcialidad.

Si bien han sido legales los pedidos que ha realizado en el caso Vocales (recusación, inhibición, diferimiento), lo que se puede ver es que usted y su defensa no quieren que la causa avance con normalidad y teniendo a Walter Macías como juez.

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Jamás ha sido esa la intención. Han sido legítimos los pedidos de cambio de día y hora. Comenzando con el realizado por la fiscal general (Diana Salazar) por un quebrantamiento de salud (...) y el del vocal Juan José Morillo, porque los informes de ampliaciones periciales llegaron horas antes de la instalación de la audiencia. El último requerimiento, que jamás lo había hecho, es el de la vocal Maribel Barreno. (...) No se debería ver como que se está tratando de dilatar, porque no es cierto. Están contabilizadas las veces que se ha diferido esta diligencia, y no ha sido por Maribel Barreno. Lo que aquí se debería pensar es por qué la inusitada celeridad en el caso para fijar las audiencias. (...) Más bien se debería analizar por qué existe esta situación en relación con este caso. ¿Quiénes están realizando actos desacertados demostrando poca parcialidad o nada? Diría que es el juez.

¿Las acciones legales que ustedes interpongan van a parar cuando salga Macías del caso por tráfico de influencias?

Únicamente se solicita que se garantice el debido proceso, y una garantía básica es que exista un juez independiente e imparcial. No estamos, creo que ni yo ni ninguno de los otros procesados, buscando no hacer la diligencia. Claro que se debe hacer, pero con un juez imparcial. No es culpa nuestra que el doctor Walter Macías, pese a que es un juez y está impedido de hacer comentarios políticos y mediatizar sus pronunciamientos, él lo hizo. (...) Su fuero interno ya está comprometido, porque ya lo exteriorizó. Él piensa que los vocales del CJ cometieron una arbitrariedad en cuanto a su suspensión y destitución. De mí ha dicho que he cometido una falta administrativa, y refiriéndose a todo el cuerpo colegio, del que hago parte, ha dicho que por decencia y moral deberíamos renunciar. Él ha anticipado su criterio. (...) Una persona que dice que debemos renunciar, que dice que yo he cometido otro injusto penal, ¿consideran que va a ser imparcial en el momento de revisar el caso?

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Inasistencia de abogados de Maribel Barreno, vocal de la Judicatura, provoca que por cuarta ocasión no se instale audiencia por tráfico de influencias

Desde su perspectiva, ¿el debido proceso y la imparcialidad se cumplirán únicamente cuando Walter Macías salga del caso?

Totalmente.

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Usted dice que Walter Macías ha perdido la imparcialidad y debe apartarse del caso por tráfico de influencias. ¿Quizá ese criterio no debió haber sido aplicado por usted al tratar el tema disciplinario del magistrado? ¿Por qué no se abstuvo de participar en esas sesiones, como lo había recomendado una comisión ciudadana?

Mi actuación fue la correcta. Mi principal actividad y obligación es participar en las sesiones. (...) En los casos relacionados al doctor Macías me abstuve de votar, y en mi razonamiento y fundamentación había manifestado que yo sí siento que mi imparcialidad está afectada, y velando los derechos del debido proceso del servidor sumariado, esa fue mi posición. Por eso es que mi votación no se contabiliza o no se toma en cuenta para la suspensión y destitución (...).

Es correcto, usted se abstuvo de votar porque tiene este conflicto de intereses, pero un voto suyo permitió que se reconsiderara y se llegara a la tercera votación con la que se destituyó como juez a Walter Macías. Así lo recordó la jueza constitucional Martha Vimos al aceptar la acción de protección de Macías. Ahí ya tuvo una injerencia directa en un proceso en que dijo que no iba a votar.

Sobre el fondo del caso constitucional que menciona no puedo referir un análisis, porque no analicé el fondo de los casos del doctor Macías ni para suspensión ni para destitución. (...) Efectivamente, estábamos en esa sesión los cinco vocales; votamos abstención; sin embargo, el reglamento permite que, cuando uno de los vocales no está de acuerdo con la votación o con la falta de fundamentación, se tiene que repetir la votación, y para esto la figura es la reconsideración. En el caso puntual de la reconsideración, evidentemente, si hay insatisfacción en mi votación y en la de los demás compañeros, lo que corresponde es nuevamente volver a votar y volver a fundamentar. Es lo que se hizo. Mi segunda votación de abstención tampoco influyó en la decisión, porque la decisión ya estaba tomada por los dos vocales que consideraban que procedía la destitución (...).

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Usted no ha negado haber participado en la reunión que se investiga en el caso de tráfico de influencias, pero no se entiende bien qué hacía usted ahí, pues incluso dice que no escuchó jamás nada ilegal, jamás escuchó hablar al vocal Juan José Morillo para que se favoreciera con una acción de protección a Guadalupe LLori. ¿Cuál era su participación en esa reunión?

En ningún momento he negado (que estuve en la reunión). Yo he dicho que fui invitada por parte del vocal Juan José Morillo, quien me pidió que pase por su oficina esa mañana del 2 de junio de 2022. (...) No existe una expresión o un pronunciamiento mío en el que yo haya ejercido influencia en los presentes. (...) En ninguna parte ustedes han escuchado que existe un audio femenino, evidentemente, porque no existe. ¿Cómo van a difundir una expresión mía en la que no digo nada, que no ejerzo presión, que no solicito, intimido o requiero nada? (...) Estoy procesada por un tráfico de influencias y no he cumplido ningún verbo rector del injusto penal.

¿Estando en la reunión usted no escuchó de alguna ilegalidad?

Yo no puedo responder por las intervenciones de otros interlocutores. Cada quien sabrá sostener su defensa.

Un testimonio anticipado y un audio original, elementos centrales de una acusación por tráfico de influencias contra dos vocales del Consejo de la Judicatura

Claro, pero le consulto si escuchó algo irregular, porque usted estuvo en la reunión...

Sí, pero hablaron temas del contexto nacional e institucional. No puedo hacer juicios de valor por lo que otras personas digan. Además, yo había indicado, y consta en mi versión, que yo no estuve al 100 % en la reunión, porque seguía atendiendo llamadas y me ausentaba de la misma. Algo que es importante que la ciudadanía conozca es que quien originó esta reunión, quien hizo que coincidamos todos en el lugar fue la persona que hoy es testigo protegido. La testigo protegida fue la que llevó a los dos jueces y les reunió en ese lugar y había solicitado al vocal Morillo que a su vez me haga participar de la reunión. (...) Yo no conocía ni de lo que se iba a tratar ni quiénes iban a intervenir, porque evidentemente esta reunión informal que se origina el 2 de junio de 2022 fue con ese contexto.

¿La invitan a esta reunión y no le explican los temas que se iban a tratar?

No, porque el vocal Juan José Morillo, como ese día teníamos sesiones del pleno, me dijo que pase por su oficina. Cuando yo ya estuve en el lugar verifiqué quiénes más asistieron, y en ese momento se inicia la reunión y comienzan tratando los temas. Mi presencia de ninguna manera podía, como se ha dicho, avalar cualquier circunstancia, porque para cometer un tráfico de influencias y para que se reúnan en esta conducta delictiva se deben tener actos propios, no indirectos, de mi persona ejerciendo influencia. (...) Mi presencia era escuchando, y en ciertos momentos hice algunas expresiones de consultas.

¿Es normal que se den reuniones oficiales del CJ en oficinas particulares? En este caso, según la investigación, la cita grabada se dio en un edificio que está junto a la Corte de Pichincha.

Ese día en particular yo lo considero como una reunión informal y, en todo caso, desde mi punto de vista, el día 1 de junio (2022) ya habíamos tenido una reunión con las mismas personas en dependencias del CJ. Cuando yo estuve en el lobby, del día 2 de junio de 2022, esperando para que el vocal Juan José Morillo me permita acceder a su oficina, llegó la testigo protegido y un juez. Ahí recién vi quiénes más iban a asistir a la reunión y consideré que la temática que se trataría, porque sí fue algo continuo del día anterior, (versaba sobre) temas administrativos, de necesidades que tienen los jueces para el normal desenvolvimiento de sus actividades. Entonces, para mí no fue novedad. No es que sean frecuentes este tipo de reuniones, pero simplemente ante esta invitación que se me participó no vi ninguna dificultad.

Con tanta oposición y resistencia, ¿por qué mantenerse en el cargo? Junto a la duda de la ciudadanía respecto a los jueces ahora crece la duda respecto a quienes administran la Función Judicial. ¿No cree que dar un paso al costado es ayudar a que no se siga desprestigiando la administración de justicia?

Considero que esa es una decisión voluntaria. Yo he actuado de manera correcta dentro del ejercicio de este cargo; he liderado muchos procesos en el CJ; provengo de una terna, de un proceso institucional, donde fui designada vocal porque tuve el más alto puntaje en méritos; no recibí ninguna impugnación ciudadana. Es decir, mi presencia en el CJ es legítima y lo he ido ratificando con cada una de mis actuaciones. Por lo tanto, por ciertos comentarios sesgados dentro de voceros periodísticos o de voceros que provienen de la Fiscalía General del Estado o del Gobierno, que se han puesto de acuerdo para desprestigiar al CJ, no significa que yo tenga que hacer caso a esa intromisión en mis funciones. Es claro el objetivo que tiene el Gobierno, el presidente de la CNJ (Iván Saquicela) y la fiscal general del Estado (Diana Salazar). Cuando ellos comienzan a mediatizar el no estar de acuerdo con las decisiones del CJ, empiezan las vocerías: se activa el presidente de la CNJ, luego se activan dos o tres juristas que siempre están en opinión a favor de la Fiscalía, enseguida sale la Presidencia de la República. Entonces, ellos son quienes están creando este ambiente de descrédito del CJ. Porque yo no considero que eso sea así, yo me mantendré en el cargo y mi única responsabilidad para salir del mismo es una responsabilidad política; estoy sujeta al control político y a la fiscalización. (I)