Nota del editor:

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El abogado constitucionalista André Santos respalda el referéndum y la consulta popular del Gobierno, que se realizarán el próximo 16 de noviembre, proceso que contiene cuatro preguntas, entre ellas la interrogante B, que plantea eliminar el financiamiento a las organizaciones políticas, reformando el artículo 110 de la Constitución.

En diálogo con EL UNIVERSO el analista examina los principales aspectos por los que defiende esta propuesta.

¿Por qué respalda el sí en esta interrogante?

Los partidos políticos en Ecuador han sido privilegiados desde la Constitución de 1978 y la de Montecristi les dio aún más poder. De hecho, todo el sistema electoral en el país gira en torno al partido político, que es el que tiene el monopolio de la representación, y para colmo tiene a su favor que el Estado lo financia. Al menos, yo soy partidario de que los partidos políticos tienen que ser privados en su totalidad. No tienen que recibir financiamiento del Estado ni fondos públicos de ninguna manera, porque esa es la naturaleza de las organizaciones políticas.

¿Por qué los partidos deberían sostenerse con recursos privados?

Si se permite que el Estado financie al partido, en ese momento hace que el Estado tenga un interés en convertirlos en órganos de poder. Si bien esto sucede en Europa, también sucedió en su momento en países comunistas, donde los partidos se constituían bajo la lógica del partido único, que era prácticamente el que podía lanzar candidatos. Nosotros estamos poco a poco llegando a esa lógica. El peligro que tenemos en que se mantenga todavía este sistema de financiamiento son los abusos que se cometen, la corrupción de partidos políticos que reciben fondos y han abusado del financiamiento que les da el Estado para sus actividades políticas, como formación, capacitación, etcétera. Aparte, no ha existido una auténtica auditoría al respecto. De las más de 200 organizaciones políticas que existen en el país, a nivel nacional tenemos 17, aproximadamente, de las cuales once son partidos políticos como tal; estas organizaciones no han cumplido con representar a la ciudadanía. Darles fondos es una manera de consolidar ese sistema.

¿Cómo se beneficiaría el sistema de partidos en caso de que gane el sí en esta pregunta?

Lo beneficiaría parcialmente, porque hay que tomar otras medidas. Beneficiaría en el hecho de que ya debilita la teoría de que el Estado tiene que subvencionar organizaciones políticas. Pero, por otro lado, falta una reforma completa. Primero, hay que hacer un cambio en las elecciones legislativas, que ya no deben ser por listas de partidos, sino a través de un sistema de distrito uninominal, en el que se pueda elegir bajo un distrito al asambleísta que represente ese sector territorial, como ocurre en Francia, Reino Unido o en EE. UU. Esa es la forma original de una república, en cuanto a su representación. Solo así la manera de quitarle el financiamiento del Estado a las organizaciones políticas se va a ver complementada con la otra reforma que le hace falta al país.

Activistas sostienen que al quitarle el financiamiento del Estado a las organizaciones políticas se generaría desigualdad de condiciones en la participación electoral, ¿es así?

Eso es una falacia. Para ganar una candidatura, el nivel de financiamiento que tú necesitas es mínimo de unos cinco o diez millones de dólares. Hay casos que son mucho más y hablan de números negros, que no se ven, hasta de veinte o treinta millones en financiamiento de campaña. El CNE lo que da máximo a una organización política son $ 400.000 en bonos para que cambien y hagan un canje por publicidad y cuñas radiales. ¿Qué significa esto? No es que esa plata se la dan directamente, sino solo para que pongan afiches en las calles y publicidad en medios de comunicación. Eso ya se ha prestado mucho para la corrupción. En segundo lugar, esto no determina ganar una elección, en absoluto. Es decir, lo que da el CNE no es determinante para ganar una elección; de hecho, es algo muy fraccionario, residual, mínimo, que ni siquiera influye en los que realmente ganan. De ahí, los perdedores reciben el mismo fondo y lo que hacen en realidad son amarres y negociados con radios de los primos o de los amigos para llevarse un porcentaje. Esa es la corrupción que se presta. Entonces, todo esto se va a arreglar si el Estado simplemente no da dinero, porque así tiene que ser, no tiene que dar un solo dólar. Luego en el tema del financiamiento, eso sí, tiene que haber controles de origen ya con un financiamiento privado. Ecuador tiene eso, pero no se lo aplica. (I)