Una reunión entre adolescentes o solo de padres e incluso de ambos es lo que se está realizando en ciertas iglesias de Guayas y Pichincha, donde se analiza y se debate el consumo de drogas, alcohol, pornografía, entre otros temas.

Esos encuentros se efectúan en salones dentro de la iglesia y no en el templo. Por ejemplo, en la iglesia San Alberto Magno, en la urbanización La Joya, se prevé dictar un curso para padres sobre cómo tratar con sus hijos temas como sexo free, consumo de alcohol y obsesión por el uso de redes sociales.

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José Saldarriaga, psicólogo clínico y gerente general de For Vida, un centro que dicta cursos y talleres sobre estas temáticas en espacios religiosos, menciona que en cada asunto analizado se ve esa “falta de vivir en compromiso”.

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“Vivimos un sistema que lleva a los adolescentes a tener una vida sin compromiso, sin reglas, sin normas (donde se) incluye la sexualidad. A través de la música se induce a que el adolescente pueda ver mermada su sexualidad. No tienen una idea clara de lo que significa poder respetarse y respetar el cuerpo de las demás personas. Aquí queremos que comprendan que no pueden hacer lo que quieran con su cuerpo sin tener consecuencias y eso es un problema: el sexo sin compromiso”, opina Saldarriaga.

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Así también, durante este diálogo con padres e hijos, o en grupos separados, se habla sobre las enfermedades de transmisión sexual. “Llevar una vida desenfrenada que a la larga les va a traer dificultades mermando sus metas y eso es lo que estamos viviendo en la actualidad. Los jóvenes que acuden o los padres es para que tengan claro el panorama de qué herramientas deben tener para acompañar, orientar, educar a sus hijos”, explica Saldarriaga.

Dentro de estos grupos hay niños, adolescentes y jóvenes desde los 10 hasta los 19 años y se ha detectado mucha confusión, según Saldarriaga: “Hay una ola creciente de jóvenes que se sienten confundidos con su sexualidad, (tienen) el mensaje de ser binarios, de no tener un género establecido, y es por lo que ven y no saben qué hacer. Muchos padres por trabajar no se dan cuenta de lo que está pasando con ese chico y acrecienta la ansiedad, angustia. Es un problema serio”.

Por eso dentro de estos programas también se trata cómo tener un proyecto de vida, cómo desarrollar el autoestima, capacidad de diálogo, pero enmarcados en formación emocional y cristiana.

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Otras de las iglesias donde se imparten estos temas es en San Pío X, en Metrópolis y en la parroquia Santuario Divino Niño en Mucho Lote 2. Hay algunos de estos cursos que son bajo pago y otros gratuitos como parte del servicio social, señala Saldarriaga.

En tanto, en Quito, en la iglesia eclesiástica Reina de la Paz Miravalle Tanda, los temas a tratar son más espirituales, dice Alfredo De María Barragán, de la Cofradía del Santo Rosario La Casa de la Gospa.

“El tema que se debate en Ecuador es la sinonalidad, que el papa Francisco convocó a nivel mundial, opiniones a favor y en contra”, señala Barragán, quien añade que hay asuntos más específicos como cursos sobre lectores.

“Porque la gente no sabe leer la palabra, entonces formamos. Se prefiere a personas con elocuencia para que transmitan la palabra de Dios, porque la palabra no se lee, se proclama. Tiene que llegar un mensaje de fe. De esto hemos dado dos o tres talleres, presencial y vía Zoom, por dos horas”, indica y menciona que también se ha impartido sobre cómo adorar.

No obstante, los temas como drogas, alcohol y otras adicciones son analizados en la mayoría de las parroquias, según Barragán, a través de programas preventivos. “Hay muchos predicadores católicos que manejan estos temas, grupos de encuentros católicos que te ayudan con una consejería permanente cuando estás en un problema de adicción”, menciona Barragán.

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Para Gabriel Osorio, docente de Psicología de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UISEK, que en iglesias se debata sobre estos asuntos es adecuado, pero conforme a las edades y grados de madurez. “Con la finalidad de no generar confusiones si se trata de niños y adolescentes, enfocándonos en una sexualidad saludable, mas no en el libertinaje o sexo free”, opina Osorio.

El experto sugiere que hay otras problemáticas que también pueden ser analizadas en ese espacio religioso, como los tipos de violencia y conductas criminales. “Actualmente las cifras son alarmantes y debemos sensibilizar y concientizar a la sociedad, rompiendo patrones de conductas transgeneracionales”, enfatiza Osorio.

Aunque se trate sobre estos y más temas, para Saldarriaga es indispensable combatir la resistencia desde la familia, es decir, no hablarlo por vergüenza, falta de tiempo u otro motivo. “Todavía hay mucha resistencia, piensa que no va a pasar en su familia. Por ejemplo, el tema de la sexualidad lo dejan para el colegio, para que aprendan ahí, no hay un nivel de conciencia de que eso es un rol de los padres”, apunta. (I)