La incorporación de menores de edad en la criminalidad es un problema multicausal en donde intervienen factores económicos, de necesidad de relacionamiento, de pertenencia e identificación; esto es, culturales. Ello se une a la ausencia de financiamiento fuerte y real para que políticas públicas de promoción de la incorporación a una sociedad civil con ciudadanía activa de los jóvenes exista.