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Los antisociales manipularon la caja fuerte, el sistema de cámaras y alarmas para no levantar sospechas.
Está prohibido que dos personas se movilicen en una moto, pero personas que no son delincuentes también usan moto.
Autoridades deben sanear contra la delincuencia y las ratas a la ciudadela Kennedy de Guayaquil.
Sustrajeron las pertenencias de los clientes y amedrentaron al personal del negocio.
Él era hermano del propietario del negocio de comida rápida que se ubica a pocos metros de una carreta de alimentos.
El chofer puso resistencia y evitó el robo de su transporte pesado adquirido con los ahorros de toda su vida tras migrar a Estados Unidos.
Los habitantes del valle de Tumbaco habrían sido las víctimas que identificaron al sospechoso, a quien se le encontró un arma de fuego.
Fuerzas públicas, en las ciudadelas del norte de Guayaquil, como todos los habitantes del Ecuador, estamos cansados de los atracos.
Señores militares, en la avenida Olimpo y calles de la ciudadela Kennedy, y en el barrio del Centenario, los delincuentes asaltan, extorsionan.
La delincuencia azota la provincia de Santa Elena; en las ciudades, los parques, jóvenes adictos consumen a vista y paciencia de la comunidad.
En algunos casos, sujetos en moto interceptan a choferes para que entreguen dinero en ingreso a determinadas zonas.
Tanto Policía Nacional como la Comisión de Tránsito del Ecuador previamente se comunican al ECU 911 para informar de un operativo. El ciudadano puede consultar.
El trámite de devolución de un vehículo tras un robo demora hasta un mes.
Casi el doble de robos a carros se registró en 2022 a comparación con 2021, ciertos ejecutados por delincuentes que fingen ser agentes.
En Guayaquil muchos negocios cierran, los dueños huyen de los delincuentes, de las amenazas de los extorsionadores y más personas se quedan sin trabajo.
María Graciela Borja, la creadora de la 'Chica Bahía', relata la angustia que experimentó a bordo de un ‘taxi’.
Minutos antes, otro grupo de policías había frustrado un robo a un cliente de una entidad bancaria.
Los cuatro delincuentes se llevaron su vehículo y celular, le botaron en una quebrada del sur de Quito y pensaron que había muerto.
“Una noche estuve alerta porque dos pillos, que detuve y a los que soltaron el mismo día, me amenazaron con matarme”, narra.
Tres personas de nacionalidad venezolana fueron detenidas cerca de la estación de combustible.