Gremios médicos ven inconveniente que el Gobierno ponga punto final a la pandemia del COVID-19 en Ecuador.

El presidente Guillermo Lasso anunció -el pasado 3 de octubre- que se declarará el fin de la pandemia del coronavirus en aproximadamente diez días. Lo atribuyó al proceso de vacunación que el régimen llevó a cabo hace un año.

Eso significaría que no será obligatorio el uso de mascarilla, tampoco habrá límites de aforo de personas en espacios públicos y privados.

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El 28 de abril pasado, el Gobierno decidió que ya no era obligatorio el uso de la mascarilla en espacios abiertos y cerrados, en todo el territorio nacional, aunque sí para el caso de centros de salud, hospitales, y establecimientos de salud, tanto para el personal que trabaja en estos, como para pacientes y visitantes.

La Federación Médica Ecuatoriana (FME) sostuvo que esa enfermedad sigue causando a nivel mundial 10.000 muertes a la semana y abandonar restricciones de bioseguridad justo en el inicio de las celebraciones octubrinas, la proximidad de los finados, Navidad, fin de año, conciertos, aglomeraciones, les preocupa.

Epidemiólogos advierten que enviar el mensaje de ‘dar por terminada la pandemia’ de COVID-19 es una mala decisión cuando no se han alcanzado niveles altos de refuerzos

“El peligro no ha cesado, no ha pasado todavía y corremos el riesgo de tirar al tacho de la basura todo lo que hemos avanzado en materia de bioseguridad (...) cuidado caemos en una indisciplina social que implique un riesgo para la salud”, advirtió Wilson Tenorio, presidente de la FME.

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A su criterio, el problema son los asintomáticos, que portan la enfermedad y están en contacto con personas vulnerables.

La federación ha notado un incremento de casos en Europa, es decir, un brote de dos variantes, una que circula en Ecuador, otra que aún no, en países como Alemania, Francia, Inglaterra. Esto podría suceden también en el país.

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El dirigente -indicó- que el coronavirus es un problema mundial, por lo que requiere de una solución mundial y no se puede cantar victoria, antes de tiempo.

El titular de la FME puntualizó que la Organización Mundial de la Salud (OMS), al ser el organismo internacional, es el ente que tiene que pronunciarse sobre la terminación de la pandemia.

Para Carlos Cárdenas, titular del Colegio de Médicos de Pichincha, Ecuador debería allanarse al criterio internacional sobre el control de la pandemia y no adelantarse.

Uno de los argumentos gubernamentales es la reducción sostenida del número de contagios, hospitalizaciones y fallecimientos.

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“A juicio de los médicos en el país el tema es que todavía la pandemia no ha terminado, de hecho se están diagnosticando casos, por supuesto que esto se va a convertir en una endemia”, mencionó Cárdenas.

En diez días el COE decidirá si Ecuador elimina la presentación del carné de vacunación y prueba de Covid-19 para ingresar al país

Una persona se realiza una prueba PCR para la detección de COVID-19, en Quito (Ecuador), en una fotografía de archivo. EFE/José Jácome Foto: José Jácome

Patricio Rojas, médico, microbiólogo y profesor universitario, sostuvo que la OMS ha manifestado que el COVID-19 no ha terminado.

“En Estados Unidos mueren en promedio 400 personas al día por COVID-19. Otro problema es quienes desarrollarán complicaciones a largo plazo. La pandemia no se ha terminado, por más que los Gobiernos de varios países lo digan”, indicó.

Cárdenas planteó que se mantenga el uso de la mascarilla hasta que los organismos internacionales se pronuncien de manera oficial.

Tenorio agregó que aún hay una gran brecha de personas que no han sido inmunizadas, mientras que Cárdenas expresó que hay grupos poblacionales importantes que no se han inoculado.

La meta gubernamental de vacunar a un 90 % de la población con la primera dosis de refuerzo contra el COVID-19 no se cumplió

Antes de declarar el fin de la pandemia, indicó Cárdenas, el Gobierno debe conseguir que más del 95 % de la población tenga las cuatro dosis.

Hasta el 4 de octubre, algo más de 2 millones de personas han recibido la cuarta dosis y en ningún caso, ni la primera, ni la segunda, ni la tercera dosis ha llegado al 90 % de la población.

Esto tomando como referencia datos del vacunómetro, una herramienta del Gobierno para seguir el plan de inoculación.

La alternativa, de no ser así, es seguir desde los gremios y con apoyo de los Gobiernos autónomos descentralizados (GAD) en esa tarea de vacunar, a nivel local, sugirieron los médicos de Pichincha.

Tras el anuncio presidencial, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional solicitó al Ministerio de Salud Pública (MSP) que analice si es pertinente eliminar los requisitos para ingresar al país, que son: carné de vacunación, con dosis completa, prueba PCR o la prueba de antígenos de máximo 72 horas. (I)