El jaguar, la especie de felino más grande de América, está en peligro crítico de extinción en Ecuador, el país más densamente poblado de Sudamérica con 66 habitantes por kilómetro cuadrado.

Las carreteras, la minería y la expansión de la agricultura le ganan terreno a las zonas selváticas del país, indica un reportaje del medio británico The Guardian publicado esta semana. 

Las poblaciones que están en la zona occidental del Ecuador tienen mayor riesgo por la fragmentación del hábitat y están en la categoría de 'En Peligro Crítico'. Las del oriente, 'En Peligro', según la Lista Roja de Mamíferos.

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Unos 2000 jaguares viven en el corredor ecológico Napo-Putumayo

El conflicto gente-fauna y la sobrecaza de las especies de las que se alimenta (principalmente pecaríes, venados y capibaras) son otras de las amenazas que enfrenta , informa la ONG Wildlife Conservation Society Ecuador en su sitio web.

The Guardian indica que la pérdida del hábitat es más acentuada en la región Costa, donde se ha perdido más del 70 % de la cubierta forestal original.

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La gran mayoría de esta destrucción ocurrió en los últimos 50 años con la expansión de las industrias de la tala y la agricultura, incluido el café, el cacao, el aceite de palma y el banano, el tercer producto de exportación del país después del petróleo y el camarón.

Galo Zapata-Ríos, director científico de la Sociedad de Conservación de la Vida Silvestre de Ecuador, le dijo a The Guardian que solo unos pocos permanecen en una pequeña área en el Parque Nacional Cotacachi-Cayapas, en la provincia de Esmeraldas, en el norte del país.

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"Los jaguares históricamente se distribuyeron a lo largo de toda la costa ecuatoriana, pero ahora solo están en Esmeraldas", dice Zapata-Ríos, quien ha estudiado esta especie durante diez años. 

Impactos por el desaparecimiento del jaguar

Como uno de los depredadores más grandes de América Latina, el jaguar es esencial para mantener el equilibrio en los ecosistemas de la selva tropical. Si desaparece, todo lo que se encuentra debajo de la cadena alimenticia se ve afectado, con una sobrepoblación de roedores, la presa del jaguar, que comería más insectos y semillas y disminuiría la regeneración de árboles y otras plantas en el bosque, dice Zapata-Ríos.

"Por eso es tan importante: es una especie que  permite conservar otras especies", dice Jessica Pacheco, experta en especies en peligro de extinción del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés) en Ecuador.

Pacheco trabaja predominantemente con iniciativas de conservación del jaguar en la selva amazónica de Ecuador, donde las poblaciones aún no están tan diezmadas como en la costa.

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Hay más ejemplares en el Oriente que en la Costa ecuatoriana

Un ejemplar captado en el oriente del país. Foto: WCS Ecuador

Un estudio reciente de WWF estima que 2000 jaguares viven en la región fronteriza amazónica de Ecuador, Colombia y Perú, en lo que se conoce como el corredor Napo-Putumayo, incluidos 21 identificados en la Reserva de Vida Silvestre Cuyabeno de Ecuador.

El tráfico de jaguares está en aumento en América del Sur, en países como Surinam, Perú, Bolivia y Brasil, ya que sus dientes, piel y huesos se usan en medicinas tradicionales chinas y joyas exóticas.

Pero aún no hay registro de que el tráfico de jaguares se haya establecido en Ecuador, donde la caza ilegal de otras carnes silvestres, como el jabalí y el guatusa, un gran roedor, si es común.

Esto hace que disminuya las presas naturales del jaguar, por lo que el felino se ve orillado a comer pollos y perros de las comunidades locales, lo que provoca conflictos y competencia con los humanos por los recursos. "Necesitamos transformar el conflicto en convivencia", dice Pacheco.

Tanto Pacheco como Zapata-Ríos han desarrollado proyectos de conservación con comunidades locales. Estos incluyen la creación de programas para educar sobre la importancia del jaguar y enseñarles cómo utilizar cámaras trampa para monitorear a las poblaciones locales.

Gloria Ushigua, la líder indígena Sápara, dice que el jaguar representa la sabiduría de las montañas y protege a los espíritus, de los cuales se deriva el conocimiento indígena. "Son muy importantes", dice Ushigua. Si el jaguar desaparece, la nación sápara "perdería todo nuestro conocimiento ... Terminaríamos horriblemente".

Los conservacionistas aún no han renunciado al futuro del jaguar en Ecuador, incluso en la costa. Zapata-Ríos dice: "El trabajo es mucho más difícil allí, pero soy optimista de que aún podamos mantener a la pequeña población".  (I)