Eliminar las pensiones vitalicias de expresidentes y exvicepresidentes e incautar bienes provenientes de la corrupción fueron algunas de las propuestas del sector indígena durante el diálogo de paz que mantuvo con el presidente Lenín Moreno el pasado domingo.

Ofertas que para los analistas económicos Alberto Acosta Burneo y Jorge Calderón carecen de tecnicidad.

“Hay algunos errores”, dijo Acosta Burneo con el planteamiento de la incautación de bienes. Agregó que estos recursos se obtienen a largo plazo.

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“Se debe demostrar la culpabilidad en la justicia y después de eso proceder a cualquier expropiación de bienes. No son inmediatos, no se puede decir que se va a solucionar en un año, dos, tres, probablemente sea más”, mencionó.

Con esto concordó Calderón, quien señaló que la idea “es muy buena”, aunque no se recuperaría en gran magnitud.

“Me parece genial, pero ¿se recuperarían los $ 70.000 millones?, eso no es así. Se requiere de tiempo. No se va a tener el efecto deseado”, dijo.

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El mes pasado, el presidente Lenín Moreno indicó que el país ha perdido alrededor de $ 70.000 millones por temas de corrupción.

Otra de las alternativas del sector indígena es suprimir las pensiones vitalicias, que actualmente reciben diez expresidentes y doce exvicepresidentes.

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“Este es un argumento político”, apuntó Acosta, quien agregó que el planteamiento no genera una solución real.

El también editor de la publicación Análisis Semanal calculó que son alrededor de $ 900.000 al año que se destinan en estos pagos.

Por su parte, Calderón no descartó esta idea como una de las opciones para enfrentar la crisis, pero no desde esa finalidad: “Me parece que se reduzcan (las pensiones vitalicias) o por un determinado tiempo, no creo que deba eliminarse por la responsabilidad que tuvo esa persona en el cargo”.

En tanto, la creación de un nuevo impuesto que vaya dirigido a quienes tienen más ingresos fue otra de las propuestas durante el diálogo.

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La realizó Leonidas Iza, presidente del movimiento indígena y campesino de Cotopaxi, quien no precisó qué tipo de impuesto se trataría.

“Hay que analizar de qué se trata. (Además) tienen que recordar que el mundo es globalizado, no podemos tener cargas impositivas que estén fuera de líneas. (...) Entonces hay que tener cuidado de no proponer cosas que nos hagan daño, como hacer menos atractivo al país para invertir. A esos escenarios no podemos llegar”, comentó Acosta.

Renegociar con la telefonía celular y focalizar el subsidio de los combustibles fueron otros de los planes.

En esta última, Iza manifestó que se podrían obtener $ 100 millones. En tanto que el ministro de Finanzas, Richard Martínez, señaló que el país está en zona de déficit y de continuar con los subsidios, el camino es la deuda.

“Cada año el presupuesto en educación y salud tiene que incrementarse en cerca de $ 500 millones (...); si no logramos tener capacidad de recursos, el camino es la deuda y no es justo que sigamos subsidiando a las personas que más tienen”, indicó Martínez.

Calderón mencionó que en el tema hay dos complicaciones: el control y contrabando. Y para Acosta, “lo lamentable es que los subsidios no logran salir de la pobreza, pero la educación y salud sí”. (I)