La Comisión ocasional creada en la Asamblea para elaborar las leyes derivadas de la consulta popular sesionó ayer en Azuay y Cañar. Su presidente, Daniel Mendoza, anticipó los posibles requisitos que deberán cumplir los interesados en conformar el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPC) definitivo.

En las ocho sesiones que ha mantenido la mesa se analiza incrementar requisitos, elección por territorios y adicionar inhabilidades, “para que se postulen los mejores hombres y mujeres”, aseveró.

Entre los requisitos está solicitar un título de tercer nivel; entre las inhabilidades, que no mantengan lazos de consanguinidad con funcionarios del Gobierno de turno para evitar “compadrazgos”. En cuanto a la elección por territorialidad se plantea que sean representantes de siete regiones del Ecuador, para que haya mayor representación de la ciudadanía.

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La semana pasada, el superintendente de Comunicación, Carlos Ochoa, aseguró que ni él ni el presidente del Consejo de la Judicatura, Gustavo Jalkh, serían evaluados por el Consejo Transitorio tal como se dispone en el anexo. Esto porque ellos fueron nombrados por el CPC del periodo 2010-2015 y no por el “cesado”. Sin embargo, Guillermo Celi (SUMA) sostiene que se debe examinar la labor de todos, para así cumplir el mandato ciudadano.

En cuanto a la Superintendencia de Ordenamiento Territorial, el asambleísta aseguró que en la Comisión de Gobiernos Autónomos hay un acuerdo mayoritario de eliminarla, “por atentar contra la autonomía de los gobiernos locales”.

El exconstituyente Fernando Vega participó en la cita. Aseveró que aunque la elección por votación popular para el CPC no es una garantía de independencia, es mejor que la “meritocracia”, pues hay ciudadanos que trabajaron en ministerios, lo cual los pone en ventaja con relación a dirigentes de base.

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Martín Lucero, presidente de la junta parroquial de Sayausí, indicó que el CPC cesado era una traba burocrática y política en procesos como la rendición de cuentas, porque les obligaban a cumplir ciertas reglas que les demandaban dinero. (I)