Un pescador, en España, salió a buscar truchas y se topó, en el cauce del río, con una piedra grande. Al menos eso pensó. Pero al día siguiente, fue y le tomó fotos a aquella ‘roca’ cubierta de musgo. Envió las imágenes a una amiga, experta en patrimonio, y esta alertó que no era una piedra normal. Un análisis determinó que se trataba de la imagen de una “virgen gótica”.