La policía española anunció este domingo que había desmantelado una red de traficantes de personas que trasladaba a rumanos hasta España, por lo general discapacitados, para forzarlos a mendigar en las calles de Santiago de Compostela, disfrazados de mimos o estatuas humanas.

Tres personas sospechosas de pertenecer a esta red, entre ellas el supuesto jefe, fueron detenidas y diez rumanos, retenidos como prisioneros por la banda, fueron liberados, durante una operación policial en Galicia (noreste), precisó la policía en un comunicado.

Entre las personas liberadas figuran seis mujeres que la red obligaba además a prostituirse.

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La banda reclutaba a sus víctimas en Rumania, "preferentemente con minusvalías físicas y psíquicas", y "bajo una falsa promesa de trabajo" en España.

Una vez en el país, las obligaba, con amenazas, a mendigar en las calles de Santiago de Compostela, destino de peregrinación mundialmente conocido. Los rumanos debían arrodillarse o disfrazarse de mimos o estatuas humanas "sin importar las condiciones meteorológicas".

Los miembros de la red podían mostrarse "particularmente violentos cuando alguna de estas personas enfermaba y no podía salir a la calle", según el comunicado de la policía.

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La organización guardaba todo el dinero recaudado por sus víctimas, a las que hacinaban en apartamentos sucios en la cercana ciudad de La Coruña.

Santiago de Compostela es uno de los grandes lugares del catolicismo. El origen de su peregrinación, que atrae a multitudes de personas, se remonta a principios del siglo IX cuando se descubrió en Galicia la tumba atribuida a Santiago el Mayor, uno de los doce apóstoles de Jesús.

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El casco antiguo, con su catedral románica, es patrimonio mundial de la humanidad de la Unesco y recibe cada año a millones de visitantes. (I)