Una dieta rica en grasas no es suficiente para provocar la enfermedad del hígado graso a corto plazo. Pero si usted la combina con bebidas edulcoradas con fructosa líquida, se acelera la acumulación de grasas en el hígado y aparece un cuadro de hipertrigliceridemia (altos triglicéridos), un factor de riesgo cardiovascular.