Por Martha Belén Ortiz Celi*

En el reciente 16 de octubre, se ha celebrado por segunda vez durante la pandemia de COVID-19, el Día Mundial de la Alimentación (DMA) 2021. En este año se ha determinado que nuestras acciones son nuestro futuro y es el momento de actuar conjuntamente por una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medioambiente y una vida mejor.

En la actualidad existe una clara evidencia de fragilidad de nuestras sociedades, encontrando: la alteración de los sistemas agroalimentarios y una recesión económica mundial, junto con el aumento de la inseguridad alimentaria y la desigualdad; pero también se exhorta que es posible y necesario seguir trabajando unidos por una meta común, la cual radica en crear un futuro mejor para todos, más sostenible y equitativo para las generaciones presentes y futuras.

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Según el último informe sobre El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo (SOFI), el número de personas que pasan hambre ha crecido en los últimos cinco años, y ascendió a 811 millones en 2020.

Y aunque alimentarnos es un acto cotidiano, muy pocas veces se piensa en la forma como han sido producidos esos alimentos que elegimos, quiénes los han producido y cuántos recursos naturales, económicos o de mano de obra han sido necesarios para tomar el desayuno, nuestro almuerzo o cena durante el día. Tampoco se analiza el impacto que tiene el desperdiciar nuestros alimentos, se conoce que cerca del 34 % de estos alimentos aptos para el consumo terminan en la basura.

Por otro lado, en el aspecto ambiental, la huella hídrica, la emisión de gases de efecto invernadero y carbono, metano y otros gases que se generan con la pérdida y el desperdicio de alimentos va en aumento.

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En un espacio de análisis preliminar en la Cumbre Mundial de los Sistemas Alimentarios, el DMA 2021, se propone fijar la mirada en apuestas comunes a todos desde la alimentación, buscando que también sea saludable, lo más sostenible posible, con una herramienta de cambio para mejorar nuestra salud y también la del planeta.

Se recomienda volver a lo propio y a nuestras raíces, priorizar el consumo de alimentos que se producen en la región en la que habitamos, preservando la biodiversidad alimentaria, a la vez que se promueve el consumo de alimentos frescos y la cultura gastronómica local.

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Alimentos que funcionan como detergentes para la salud oral

Las estrategias de salud pública deberían estimular a las poblaciones a adoptar patrones de alimentación saludables como la dieta mediterránea para conseguir poblaciones sanas y proteger el medioambiente.

Recordemos que el cuerpo, para que funcione bien necesita nutrientes; necesarios para sus procesos metabólicos y para tener energía para el día a día. Estos nutrientes son proteínas, carbohidratos, grasa, vitaminas y minerales. Sin olvidar el agua.

Como no hay alimento que contenga todos los nutrientes, se recomienda hacer una dieta variada. Siempre de forma equilibrada, para que el cuerpo obtenga todo lo que necesite.

A continuación bases de una alimentación saludable para lograrlo desde su territorio y en todas las etapas de su vida:

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  • Cocinar y en lo posible comer en familia. Es vital ya que además de fortalecer los vínculos es una excelente forma de crear rutinas saludables.
  • Evitar la comida chatarra y los refrescos/jugos o gaseosas ya que son altos en azúcares y grasas insanas y aportan muy pocos nutrientes de calidad.
  • Fomentar el consumo de agua natural.
  • Comer verduras y frutas todos los días.
  • Que los infantes reciban lactancia materna exclusiva mínimo los primeros seis meses de vida y después inicien con alimentación complementaría que incluya alimentos nutritivos. Incluso por ahora no existe evidencia de que una mujer infectada por COVID-19 pueda transmitir el virus a su bebé a través de la leche humana. Por lo tanto, no hay razón para dejar de amamantar pudiendo llegar con normalidad a los dos años de lactancia.
  • Evitar que escolares y adolescentes pasen demasiado tiempo anclados a una pantalla, teléfonos o tablet. Es importante que los padres establezcan horarios de comida y adicional que hagan ejercicio con ellos y otras actividades recreativas que les permitan mantenerse en movimiento a cualquier hora del día.

La alimentación consiste en una cadena que comienza desde el cultivo, selección y preparación del alimento hasta las formas de presentación y el consumo de cada grupo de ellos. Existen enfermedades que pueden prevenirse o mejorarse con una alimentación saludable, los vegetales y frutas son los principales proveedores de vitaminas, minerales, fibras y otros elementos necesarios para el funcionamiento del organismo, el crecimiento y desarrollo de las capacidades físicas e intelectuales del individuo. Nuestras células requieren una nutrición adecuada para su funcionamiento normal, todos los sistemas pueden afectarse cuando hay problemas nutricionales.

Receta de pudín de chía

Las semillas de chía constituyen una buena fuente vegetal de ácidos grasos omega-3 y minerales como calcio, magnesio y boro. Es una receta ideal para aquellos que necesitan mejorar su alimentación y digestión. Puede estar presente en nuestros desayunos, refrigerios o como postre nutritivo y saludable.

Foto: Cortesía

Ingredientes:

  • 1tz. de yogur entero natural
  • 3 cdas. de chía
  • 1cdta. de miel

Procedimiento

  1. Colocar en un envase con tapa las 3 cdas. de chía
  2. Agregar el yogur + miel y revolver.
  3. Dejar reposar toda la noche.
  4. Al día siguiente esta lista para consumirse puede acompañarse si desea con una pieza de fruta al gusto.

*MSc. Martha Belén Ortiz Celi

Nutricionista Clínica/Chef en Gastronomía Nutricional

Miembro de la Asociación de Nutricionistas del Guayas

www.mbonutricion.com

@mbonutricion

Telf. 098-460-6790