A un ritmo de 5 canchas de fútbol por hora, aproximadamente 31 mil hectáreas promedio por año, se deforestó, de forma bruta, la cuenca amazónica de Ecuador entre 2001 y 2020. El total de la deforestación en esta área, considerada como pulmón del planeta, asciende a más 623.510 hectáreas en 19 años. Este dato impactante se lo detalla en una reciente investigación sobre la deforestación en la Amazonía ecuatoriana, desarrollada por MabBiomas y la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (RAISG), de la cual hace parte Fundación EcoCiencia.

A nivel regional, estas cifras ubican a Ecuador en el quinto puesto en términos de extensión total deforestada, después de Brasil, Bolivia, Perú y Colombia. Ecuador perdió una extensión de bosques mayor a Venezuela, Guyana Francesa y Suriname, todos países más extensos que Ecuador.

Ecuador es el país con la mayor tasa de deforestación de Latinoamérica en comparación con su tamaño, incluso más que Brasil

La expansión de la frontera agrícola y ganadera, el desarrollo de infraestructura, explotación minera y de hidrocarburos y la extracción de recursos madereros son las principales causas de la deforestación en el país.

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El estudio se sustenta con imágenes satelitales y con esto hemos podido regresar en el tiempo para poder análisis desde 1985 hasta el 2020. Dentro de esto hemos podido observar que en Ecuador, en 36 años existió una deforestación bruta de más de 623.000 hectáreas. En este estudio solo se toma en cuenta todo lo que se ha perdido y no los bosques se han regenerado’', dice Rodrigo Torres, coordinador de Ecociencia.

Los años donde empezó el aumento de la deforestación en la región amazónica coinciden con los periodos del boom petrolero, agrícola y minero, ya que cuando se dan este tipo de actividades antropológicas se registra apertura de vías, expansión de zonas urbanas, ha cambio del uso del suelo. “Áreas que antes eran bosques son transformadas en áreas agrícolas, mineras y petroleras. Todo estos factores implican deforestación’', dice Torres.

Los datos de la investigación señalan que el 79% de la cuenca amazónica de Ecuador, más de diez millones de hectáreas, se encuentran bajo alguna categoría de protección, ya sea como área natural protegida o por ser territorios indígenas.

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Estas áreas cumplen un rol importantísimo como barreras a la deforestación, que se evidencia al comparar la deforestación dentro y fuera de estas. Si bien las áreas no protegidas representan apenas el 21% de la cuenca amazónica de Ecuador y albergan el 16% de los bosques amazónicos restantes al 2020, en ellas se concentró el 54% (339.000 hectáreas) de la deforestación de las últimas dos décadas’', indica el estudio.

En tanto, dentro de los límites de los territorios indígenas y áreas protegidas, ocurrió el 46% de la deforestación de 2001 y 2020, proporcionalmente, una cifra menor a la de las zonas sin protección.

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Orellana (8.17%), Lago Agrio (7.35%), Pastaza (5.90%), Shushufindi (5.06%), Loreto (4.38%), Taisha (4.05%), Morona (3.81%), Tena (3.74%), La Joya de los Sacha (3.54%) y Gualaquiza (3.54%) son los diez cantones que entre 2001 y 2020 concentraron el 50% del total de la deforestación de la región amazónica ecuatoriana.

Estos cantones con mayor deforestación es a donde siempre llegan y hacen base las petroleras, con esto llega la gente a ponerse negocios, se abren vías, se creen nuevas urbanizaciones’', afirma Torres.

La deforestación es el problema ambiental más grave que tiene Ecuador

A nivel provincial, solo en Morona Santiago se deforestó más de 158 mil hectáreas de bosque entre 2001 y 2020, (25%) del total de la deforestación de toda la Amazonía ecuatoriana. Esta provincia, junto con Sucumbíos, concentran el 46% (287 mil hectáreas) de la deforestación detectada, le siguen Orellana y Zamora Chinchipe respectivamente. Juntas, estas cuatro provincias concentran el 77% de la deforestación de la Amazonía de Ecuador.

La deforestación de la cuenca amazónica no solo se reporta en Ecuador sino en ocho países más. Esto está provocando que la absorción de carbono vaya bajando lo que impulsa al cambio climático.

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Además, otro de los fenómenos que se está registrando es la llamada degradación forestal y del cual en el país ya se está debatiendo. “Esto se da cuando un bosque empieza a perder sus características típicas. La degradación está relacionada con eventos de contaminación que hacen que el bosque pierda las facultades naturales de almacenar carbono, es decir, el bosque sigue allí, pero ahora lo que hace es liberar carbono’', afirma Torres.

Si bien la degradación también se puede dar por factores naturales, hay actividades antrópicas dentro de la Amazonía como contaminación de aguas subterráneas y la tala selectiva (solo deforestan los árboles que tienen mayor valor comercial y con esto se pierde la conectividad del bosque) que las provoca.

En Ecuador se deforestan los bosques para dar espacio a 'cocinaderos' de cocaína

Registrar la degradación es un proceso muy complicado. El Ministerio del Ambiente va a hacer una publicación en octubre sobre su primer ejercicio de degradación forestal en el Ecuador. Este fenómeno recién se está debatiendo en muchas esferas, tratando de especificar metodologías para encontrar estas zonas degradadas’', indica Torres. (I)