Apasionada, etérea y sonriente, así se mostró la cantautora de éxitos como Nunca es suficiente o Tú sí sabes quererme, Natalia Lafourcade, quien en sus inicios interpretaba canciones como En el 2000, que en su letra decía buscar hombres de París y un cerebro inteligente que no se emborrache al viernes.
Luego de tener un mediano éxito en la escena pop rock de su país, Natalia emprendió una búsqueda entre lo que ella llamó sus raíces e identidad.
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Su padre, el escritor Gastón Lafourcade, es de nacionalidad chilena, algo que puso a la cantante en contacto con la canción latinoamericana.
Voces como la legendaria Violeta Parra y su entrañable compañera Omara Portuondo pasaron a ser algunas de sus más grandes influencias y parte fija de su repertorio a manera de homenaje.
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Natalia empezó siendo una artista pop, que en su música lanzaba guiños a estilos como el jazz, bossa nova y rock, pero que con el tiempo fue convirtiéndose en una de las voces más representativas de géneros folclóricos y autóctonos de la región, que de manera irónica la posicionaron con firmeza en lo más alto de las listas de popularidad de la industria musical.
Auténtica, inigualable y contenta de transitar su camino actual. La mexicana mantuvo una conversación en exclusiva con La Revista para hablar de distintos temas. Entre ellos, invitaba a sintonizar la transmisión vía Facebook e Instagram de su concierto el pasado 11 de septiembre en el Auditorio Nacional de México, cuándo retomará su extensa gira, el concepto de su más reciente álbum Cancionera, el reencontrarse consigo misma luego de un largo tiempo y cómo ha cambiado su vida tras enterarse de que sería madre por primera vez.
Gentileza y amabilidad son algunas de las cualidades que merecen ser resaltadas en una mujer que ha servido de inspiración para toda una nueva generación de artistas, no solo en lo que a sus melodías respecta, sino también a la manera de sentir la música. Algo que parece estar en segundo plano en estos tiempos.
De manera genuina y espontánea, te pregunto: ¿Cómo estás?
Estoy muy bien, muy contenta y sorprendida. Esto del embarazo nos sorprendió a todos (en la familia) porque es una nueva experiencia, pero estamos tranquilos.
Para las fechas del Auditorio Nacional de México tuviste de invitados a tu productor Adán Jodorowsky y El David Aguilar, ¿tendrás otros invitados sorpresa?
Creo que el mejor invitado o invitada que tengo ahora es el ser que está dentro de mí, porque aún no sabemos qué va a ser. Yo diría que ese es el más importante (entre risas).
Adán (Jodorowsky) es un gran amigo, además de mi productor, lo siento como un hermano. El David (Aguilar) también es mi hermano y coautor de algunas de mis canciones, pero creo que ahora más que invitar a colegas artistas como los que suelo llamar (David Byrne, de Talking Heads, o la legendaria cantante cubana Omara Portuondo), es tiempo de compartir con los músicos de mi banda.
Ellos han aportado mucho a la identidad de mi nuevo álbum, cada uno con su diferente estilo; jazz, música costeña, todo.
Siempre me ha gustado que la música demuestre que estamos en contacto con nuestras raíces, nuestros orígenes.
¿Has descubierto nuevos sentimientos o emociones en tu embarazo?
Sí. Esto no se trata solo de mis mundos musicales o del arte. Todo ha sido muy fuerte y lleno de emociones indescriptibles, pero también este nuevo ser va a recibir las músicas, los viajes, los conciertos. Va a estar listo para todo esto, porque ha llegado ahora, en este punto, pero luego también habrá que llegar a un punto en el que todo esto se compensará con lo personal, lo que uno comparte.
¿Esto te ha inspirado en otros aspectos además de la música?
Estoy superinspirada. Yo no esperaba ser mamá. Pensé que ya no me iba a tocar… Esta transformación y este cambio que estoy viviendo me inspiran mucho a la maternidad, a todo lo que puede venir. Estoy muy contenta porque creo que llegó en un momento muy bonito de mi camino, a mis 41 años.
En casa estamos con el corazón abierto y dispuestos a recibir esta nueva etapa de mi vida, aunque cuando me enteré de que esta criatura llegaba faltaban dos semanas para salir de gira. Ahí nos preguntamos qué hacer, porque teníamos planificados dos años de conciertos, que no es que no vayan a suceder, pero continuarán desde abril del próximo año. Desde ahí, la consigna fue que si la salud indicaba que podíamos continuar, seguiríamos adelante.
Todo es muy emocionante, he podido dar 36 conciertos en proceso de gestación y ha sido una maravilla. Luego de todo esto podré darme un tiempo para mi familia por completo y creo que ese es el nuevo gran proyecto.
Cuentas con una amplia trayectoria. Tu sonido ha cambiado alrededor del tiempo, ¿cómo fue el proceso para llegar a Cancionera?
Ha sido un proceso de volver a mí. Al final de los conciertos me gusta hablar sobre la flor interior, esa flor cancionera dentro de mi ánima, de mi jardín más profundo, personal.
Donde me doy cuenta de que esta canción (Cancionera) es un himno a la vida, a mi vida, a la de todos. Cancionera me regresó a mí, a sentarme en una silla a seguir aprendiendo, a no descuidarme y a caminar con mi verdad, sea cual sea.
Es un recorrido…
Sí, por completo. Las canciones de apertura y cierre se las dediqué a mis padres… En realidad, Cancionera es un personaje, un arquetipo, una especie de alter ego.
Cuando juegas con eso de los alter ego pueden ocurrir cosas muy interesantes y distintas. Esto es muy positivo.
Creo que los artistas, las personas creativas, quienes estamos muy en contacto con la imaginación podemos estar aterrados, pero explorar cosas distintas es la única manera de renovarnos. La deconstrucción de tus sistemas establecidos es algo que debe ser muy lúdico, libre.
La identidad es muy importante en tu música. Eres alguien que siempre ha dejado en claro de dónde viene. ¿Sabes a dónde vas?
Bueno… no siempre sé hacia dónde voy (entre risas). Aunque pareciera que sí, a veces dudo, pero lo bonito es saber qué te arraiga, qué te ancla, qué te hace sentir orgulloso. Eso ayuda mucho en el camino, porque es verdad que somos seres que queremos cambiar y transformarnos.
En mi caso, me hace muy feliz arraigarme a las cosas que amo y me inspiran; Veracruz, mi casa, ciertas cosas de mi propia cultura, pero también disfruto de salir y ver historias de otros lugares y personas con mundos diferentes.
Todo eso me nutre, pero sí siento que a través del camino eso que nos ancla es muy importante. Tener las raíces de nuestro propio árbol, un árbol de la vida. Incluso si uno quiere explorar y perderse, si sabe dónde están sus raíces, le es más fácil volver con claridad.
Hay que saber de dónde venimos, por supuesto también de dónde viene lo que queremos hacer, cuál es ese verdadero por qué y para qué de las cosas. Creo que eso es algo que con el tiempo he tratado de mantener presente.
Presentaciones
En esta gira internacional, Natalia presenta un nuevo formato en cada una de sus funciones. Se sube sola al escenario, acompañada solo de su guitarra y su voz. Es una propuesta íntima que ha recorrido teatros y festivales en América y Europa.
El próximo 7 de octubre concluirá el ciclo inédito de tres conciertos en el Auditorio Nacional de México, el que deja las expectativas muy altas, luego de la calidad, entrega y sentimiento de lo observado en los primeros dos de esta semana.
Después de México, la intérprete tiene espectáculos programados para abril del próximo año en Estados Unidos: en Brooklyn (10-11), Washington (14-15), Atlanta (18-19), Orlando (22), Miami (24-25). En junio continuará con sus shows por Las Vegas (10), San José (13-14), Seattle (17), Vancouver (19-20), Portland (23), Hollywood (26-27).
Una voz que apoya y cuida a su entorno
Ha apoyado las actividades de la agencia para refugiados de la ONU (Acnur), Earth’s Call y Save The Children internacional. Formó el proyecto Un Canto por México (2018), que convoca a diversas instituciones relacionadas con la música y la cultura. Además, es líder del proyecto Juntos por el Centro de documentación del Son Jarocho (CDSJ).
Esta iniciativa busca reconstruir un centro comunitario y escuela de música afectado por los sismos ocurridos en el 2017 en México.
Libro
De todas las flores es la publicación a manera de diario musical y fotográfico que documenta el proceso de creación detrás de su álbum homónimo, ganador de múltiples premios Grammy.
El libro contiene además material inédito, como los manuscritos de las canciones, fotografías y entrevistas a la autora, que también explora temas como la feminidad, el amor, la vida, el desamor, la muerte. Esta publicación se la puede adquirir en su sitio web (www.natalialafourcade.com.mx) y en la plataforma penguinlibros.com.
El costo varía según el país (España, Argentina, Colombia, México, Chile, Perú, Uruguay y Estados Unidos). No está disponible en Ecuador. (E)