Ya son algunos años desde que mi esposa contrajo una de sus adicciones literarias, que no son muchas, pero lo que me dijo de la autora italiana Elena Ferrante es lo que más recordaba: “nadie sabe quién es ella”. Desde entonces las novelas se amontonaban en el cuarto, pero no llegué a entrar en ellas. De repente en HBO el éxito mundial que ha suscitado la serie Mi amica geniale (Mi amiga genial) me reconectó a la gran incógnita que parece desvelarse en el reportaje sobre toda la parafernalia literaria que continúa alrededor de la escritora.