—Cuando tengo mi arco tenso —dice Herrigel a su maestro zen—, llega un momento en el que, si no disparo inmediatamente, siento que voy a perder el aliento.
Publicidad
—Cuando tengo mi arco tenso —dice Herrigel a su maestro zen—, llega un momento en el que, si no disparo inmediatamente, siento que voy a perder el aliento.
Publicidad
¿Tienes alguna sugerencia de tema, comentario o encontraste un error en esta nota?