Este 2020 la cuarentena permitió que varios autores nacionales tuvieran su propio confinamiento entre las letras. La escritura fue el refugio para algunos que dieron a luz textos que fueron posteriormente premiados. Mientras que para otros fue la deuda pendiente que lograron cubrir con la culminación y publicación de sus libros, los que fueron vistos con buenos ojos por críticos y medios internacionales. “Ecuador es un semillero de escritores impresionante”, manifiesta a este Diario la ministra de Cultura (e), Angélica Arias.

“Hay toda esta efervescencia de estos autores que tienen esta escritura contemporánea creativa maravillosa”, añade.

Tal como lo logró en el 2018 con Mandíbula, Mónica Ojeda integra las principales listas de los mejores libros del 2020 por su obra de cuentos Las voladoras. Se encuentra entre los 50 mejores libros del 2020 de El País; los 30 mejores libros en español de El Mundo; diez lecturas para sobrevivir a una pandemia, de The New York Tmes; 22 libros que nos salvaron el año de Culturamas. Y actualmente es finalista del Premio Finestres de Narrativa.

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Del mismo modo el libro The undocumented americans, de Karla Cornejo Villavicencio, fue seleccionado por los editores del The New York Times Book Review como una de las 100 obras de ficción, poesía y no ficción más destacadas del año 2020; la revista Time lo nombró uno de los diez mejores libros de no ficción de 2020 y como uno de los 100 libros de lectura obligatoria de 2020; además fue finalista al National Book Awards, convirtiéndose en la primera escritora indocumentada en EE. UU. en llegar hasta esta etapa del premio.

La trayectoria de los autores ecuatorianos también fue condecorada este año. Edna Iturralde, autora de 64 libros, recibió el Premio Iberoamericano Cervantes Chico, este título reconoce su trabajo como pionera de la etnohistoria y su inicio e impulso de la literatura infantil y juvenil en Ecuador.

Del mismo modo las nuevas generaciones de escritores llevaron a lo alto el nombre del país. Recientemente Gabriela Vargas ganó el Premio Internacional de Poesía en Chile, por su libro Lugares que no existen en las guías turísticas. El logro le da la posibilidad de publicar en Valparaíso Ediciones.

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Asimismo, el III Mundial de Escritura eligió el texto Abuelita del quiteño Rommel Manosalvas como el ganador.

En tanto que la cuencana Camila Peña se alzó con el Premio de Poesía Hispanoamericana Francisco Rui Udiel, gracias al trabajo realizado en su obra Jardín transparente, su primer poemario. Su obra integrará la Colección de Poesía de Valparaíso Ediciones. Será distribuido en España, Colombia y México.

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Mientras que en el país se celebró la XXIX edición del Premio Nacional Eugenio Espejo con un reconocimiento al escritor cuencano Juan Valdano Morejón, en la categoría creaciones, realizaciones o actividades literarias. El premio reconoce su trayectoria.

Que también sean profetas en su tierra

A pesar de compartir la felicidad del reconocimiento que un autor nacional pueda tener en el extranjero, a ministra de Cultura (e) Angélica Arias hace hincapié en que se debe fortalecer el merecido valor al trabajo literario de los escritores. "Ahí es cuando te das cuenta que falta la política pública que sostenga en este caso las artes literarias que les den ese espacio y plataforma que se merece... es una falencia grande, es algo que hay que trabajarlo", reflexiona.

Razón por la cual tiene previsto trabajar en el 2021 un proyecto junto con la Cámara Ecuatoriana de Libro y el Plan Nacional del Libro y la Lectura.

"Estamos en un proyecto lindo, de poner en valor y que no se repita esto que siempre decimos, que nadie es profeta en su tierra. A los escritores ecuatorianos casi que le está pasando eso y no puede seguir siendo así". (I)

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