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Se ha demostrado en la práctica la ineficacia para solucionar los problemas estructurales.
“Vanidad de vanidades, todo es vanidad// ¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será// Eclesiastés.
La “guerra de los 12 días” fue una batalla más en la colisión entre Occidente democrático y los autoritarismos de toda índole.
(...) los pueblos israelí, palestino, iraní no pueden ser castigados por las acciones de sus gobernantes.
Cuando la guerra religiosa llega a su máxima expresión... no hay espacio para los acuerdos.
Dumett escribió su novela evocando a los quipus como manifestación de una lengua que sigue viva...
Son varias las perturbaciones a las musáceas comestibles.
Las seguridades sociales se crearon en una época del mundo con mucha más fertilidad y nacimientos que hoy...
DNA está cambiando con pasmosa celeridad el marco legal para su gestión.
El presidente tiene actualmente el capital político y apoyo en la Asamblea para hacerlo.
La solución no está en parches, sino en una transformación estructural. La digitalización inteligente puede ser esa palanca.
Normas de ese tipo debemos imitar y no seguir incentivando una política de supuestos derechos...
Cuando cosas como el sicariato, la extorsión... nos dejan de sorprender, podríamos estar ante una sociedad enferma.
El país requiere contar con productos y servicios financieros de calidad, personalizados a precios inclusivos...
No caigamos en el candor de creer que con la captura y extradición de uno de ellos el país vuelve a su normalidad.
En el fondo, pocos se arriesgarán a apoyar a Irán, cuyo régimen puede tambalear si va muy lejos.
Para entender la magnitud de este cambio, les propongo hacer un viaje por la historia de las revoluciones tecnológicas.
Ante un colapso mayor indudablemente necesitaremos la mano de Dios; pero quizá él ya esté desconectado de todo...
Como lo ha hecho en novelas anteriores, Vuillard recoge escenas y fragmentos de hechos históricamente registrados...
A cuenta de ofrecer seguridad no se podría implementar algo así como un ministerio de la verdad de corte orwelliano...